Algunos malos datos para el Gobierno

   En este comienzo de curso, que es también comienzo acelerado de la campaña electoral de seis meses que se nos avecina, no todas son buenas noticias para el Gobierno de la nación. Es cierto que la lucha antiterrorista se apunta formidables aciertos, y que la marcha de la economía ha venido proporcionando, asimismo, formidables resultados de crecimiento, en torno al 4% trimestralmente. La inflación, de igual modo, está retenida como nunca.

   Pero paralelamente a esos datos y realidades, es fácilmente observable que la banda terrorista ETA hace esfuerzos continuos por colocar sus explosivos en cualquier lugar y con la mayor fuerza. Y no es improbable que alguna vez consigan superar las barreras que le colocan, hasta el momento con eficacia demostrada, las Fuerzas de Seguridad del Estado.

   También pueden producirse 'goles' en las materias económicas. De hecho, alguno se ha producido ya, como la cifra del paro del mes de agosto, un borrón de notables dimensiones: de más de dos millones de personas sin empleo, y de una cifra no menos preocupante de trabajadores que se dan de baja en la seguridad social. Justamente lo contrario a lo que venía sucediendo hace unos pocos meses. En el mismo ámbito de la economía, acabamos de escuchar al siempre prudente y moderado vicepresidente Pedro Solbes que proclama o reconoce que al economía vive momentos de incertidumbre, de la que no es ajeno ese dato del paro de agosto, que ha sacudido muchas actitudes de tranquilidad.

   Pero no menos preocupantes son algunas otras tareas que se había impuesto el Gobierno, y que también en agosto ha demostrado que están lejos de proporcionar buenos resultados. Me refiero al tráfico, a la violencia llamada de género o a los accidentes laborales. Los tres han tenido unos penosos resultados, muy por debajo de lo que cabía esperar, y ciertamente, muy por debajo de lo deseable.

   En primer lugar, el tráfico y la mortalidad en carretera, que se ha cobrado en agosto más víctimas que en el mismo mes del año anterior, rompiendo la tendencia conseguida por la implantación del carné por puntos. Algo sucede para que esto sea de este modo, y alguna otra tecla deberá emplearse para rectificar: Carreteras a revisar, refuerzo de vigilancia.

   En materia de violencia de género tampoco se ven mejoras sustanciales, por lo menos en el número de mujeres muertas por sus parejas o antiguas parejas. Es probable, como suele explicarse, que se denuncien más casos que nunca, y que llegan a conocerse más sucesos de esta naturaleza de los que nunca se conocieron. Pero es probable que haya que completar las normas para hacerlas más eficaces.

   Y otro tanto sucede con los accidentes laborales, que proporcionan datos escalofriantes: este martes, seis trabajadores fallecieron en el tajo, el doble de lo corriente y habitual, ya de por sí una cifra de horror. Hay tareas abundantes y variadas para empezar el curso con esfuerzo añadido.