Otaola, que llegó pocos minutos antes de las once al lugar, fue acompañada hasta su entrada en la iglesia por un fuerte dispositivo policial de la Ertzaintza, con tres furgonetas y varios coches patrulla, ya desde el puente que da acceso a la ermita. La alcaldesa se sentó en los bancos de atrás del templo, donde otra mujer que se encontraba en el interior le llamó "asquerosa".
El oficio religioso se desarrolló durante media hora sin que se permitiera el acceso a los medios de comunicación y, una vez finalizado, Otaola abandonó la iglesia después de que lo hicieran todos los que habían acudido a la misa, momento en el que se repitieron los insultos de simpatizantes de la izquierda abertzale. Finalmente y protegida de nuevo por los agentes, la alcaldesa montó en su coche y abandonó la zona.
Otaola fue elegida alcaldesa de Lizartza al ser el PP la única lista que obtuvo votos en las pasadas elecciones, tras la renuncia a presentarse del resto de formaciones y la ilegalización de la plancha de ANV. Ayer, la dirigente del PP guipuzcoano izó la bandera española en la balconada del Ayuntamiento y, según denunció después, uno de los que también en ese momento se habían concentrado para protestar contra este acto, la amenazó diciéndole que "iba a morir".