Memoria de las cuatro españas

Tuve la suerte de conocer al diplomático Carlos Robles Piquer en el año 1967, cuando fue a pronunciar una conferencia en Buenos Aires como Director General de Información, y yo me encontraba en la Embajada de España como Agregado Militar y Aéreo. Posteriormente le seguí sus pasos por la Administración Pública, como diplomático: Secretario de Embajada en Bogotá. Cónsul en Nadar, Embajador en Libia, Chad, Italia y Malta.

Como político: Director General de Información (1967 - 1969) y de Cultura Popular y Espectáculos, cargos que culminó como Ministro de Educación y Ciencia (1975 - 1976) en el Gobierno de Arias Navarro. Con Adolfo Suárez fue Secretario de Estado de Asuntos Exteriores en 1979 a 1981, Director General de Radio Televisión Española (1981 - 1982) y Presidente del Instituto de Cooperación Iberoamérica (1982). En el Partido de Alianza Popular fue senador y diputado en el Parlamento Europeo.

Ahora, Carlos Robles Piquer, como toda persona que ha servido a la Sociedad y al Estado durante años desempeñando cargos importantes y que la edad de retiro de sus actividades le ha permitido disponer de tiempo y sosiego, con una capacidad intelectual plena a los 65 años, ha revisado documentos, recuerdos y archivos y ha decidido escribir. A sus los 86 años nos ha legado un importante libro MEMORIA DE CUATRO ESPAÑAS, sus vivencias nacionales e internacionales, pletóricas de momentos y circunstancias con trascendencia de futuro, tanto durante la República, la Guerra Civil, los años en que Franco gobernó a España, como de los actuales del Rey Juan Carlos I. Es un relato de su vida personal, diplomática y política, vertida en el libro como observador perspicaz de los grandes cambios políticos, sociales y económicos ocurridos en España y en el mundo en los últimos 80 años.

Lo ha realizado con la objetividad que su amplia formación universitaria: Doctor en Derecho, Licenciado en Filosofía y Letras, y Ciencias Políticas y Económicas y en la Escuela Diplomática, han influido en su personalidad e imprimen carácter. La comparación de la Doctrina de Política Internacional aprendida en las aulas, en relación con la que ejecutan los gobernantes políticos de los Estados para la "Defensa de los Intereses de cada uno  de ellos", hay ocasiones que son discrepantes. Constituye una lección práctica que cobra singular importancia en el Planeta Global, cada día más interdependiente, económica, política, militar y socialmente.

Carlos Robles Piquer, conoce bien estas diferencias que se reflejan en su interesante libro, cuya lectura recomiendo al lector, por tratarse de unas Memorias dedicadas a los últimos acontecimientos trascendentales ocurridos en España desde principios del siglo XX hasta la primera década del XXI, pero sin olvidar el marco político - social europeo en que estamos inmersos.

Fue eurodiputado del Parlamento Europeo, como he mencionado, y refleja el recuerdo y la admiración que le profesa al Archiduque Otto de Habsburgo, también miembro del Parlamento, en el que realizó una meritoria labor, dada su formación y cualidades políticas y personales.

Carlos Robles pertenece a la Real Asociación de Hidalgos de España y conoce los valores de la nobleza y de la hidalguía, que aunque distintas, existen actitudes ante la vida en que coinciden la buena nobleza y la buena hidalguía, que define como "una especie de desprendimiento, de deseo de servir al próximo, de no abusar de una situación, sino de ayudar a mejorar la situación general".

Si todas las guerras, como fenómeno sociológico en la vida política de los pueblos son extraordinariamente duras para los ciudadanos, la guerra civil, aporta un valor añadido con la división de la familia. En la de Carlos, su hermano Eduardo militó en el bando republicano durante la guerra civil. La diferencia de edad entre él de 11 años y su hermano de 25, les llevó a tener ideas distintas. Pero no rompieron el cariño familiar de dos hermanos que se querían a pesar de la distancia en el tiempo.

Confiesa en su libro que la etapa de Director de Radio Televisión Española fue uno de los más difíciles de su vida política, por ser la de los años 1981 - 1982, que se encontraba "en el ojo del huracán". Estábamos en plena "Guerra Fría" y el 30 de mayo España ingresaba en la OTAN, como miembro Nº 16. En Política Interior, Suárez se ve forzado a dimitir (29-01-1981). El 23 de febrero de 1981, asalto al Congreso por el Teniente Coronel Tejero. El PSOE de Felipe González gana las Elecciones (28-10-1982). 

Se refiere también al tema actual del terrorismo musulmán y a las diferentes interpretaciones del Corán entre los líderes religiosos. Esta es su opinión: "Tiene mala solución, por la razón de que no hay una autoridad que interprete con  verdadera visión mundial la doctrina de Mahoma, que no es en si misma una doctrina beligerante. La palabra Yihad, por ejemplo, no quiere decir necesariamente guerra; es una palabra que cubre una voluntad de expansión, pero la expansión puede ser pacífica o violenta. La situación parece difícil de remediar porque hay elementos muy radicales, agresores".

En su libro refleja una fotografía de su visita al Papa Juan Pablo II en 1979, al cesar como Embajador de España en la República de Italia en que su "dedo acusador" le indicaba al Papa la realidad de que la Iglesia en el País Vasco, ayudaba, en no poca medida a ETA, y la necesidad de que eso no ocurriera, pues seguía asesinando a personas. Su Santidad le escuchó atentamente.

El trabajo y la investigación de Carlos Robles para ampliar los conocimientos de los hechos reales ocurridos en las cuatro etapas mencionadas en el libro, aumentan las versiones históricas publicadas. Se lee de forma atrayente. Su estilo es preciso, testimonial y claro. El mensaje global que trasmite nos dice que en toda situación y a pesar de los cambios, crisis y dificultades, siempre se puede innovar para mejorar y ayudar a los demás, desde una postura ecuánime que permita entender los cuatro procesos que el libro analiza.