El reto de la educación

    Cosmopolita y provinciana, conservadora y vanguardista, única y múltiple, así es Barcelona, la ciudad mediterránea que tiene más de 2.000 años de historia a sus espaldas y a la que hoy dedicamos la segunda parte de "Protagonistas", un programa profundamente vinculado a la Ciudad Condal.

    Cervantes llamó a Barcelona "archivo de cortesía", a lo que añadió otras dulces palabras: refugio de extranjeros, hospital de los pobres, consuelo y esperanza de oprimidos, patria de valientes, hogar de amigos sinceros, y panorama de belleza.

    En un mundo agitado por la intolerancia y zarandeado por las pequeñeces del egoísmo, es bueno venir a Barcelona, y sentarse en sus plazas o en sus calles o en sus parques para contemplar cómo desfila la vida, sosegada y con paso certero. Es algo que aprendimos muy bien quienes, como el que les habla, llevamos décadas viviendo en Barcelona, y aquí han nacido nuestros hijos y nuestros nietos. Vive Dios que no renuncio a mi Ponferrada natal, a mi Bierzo del alma, pero la entrañable acogida que recibí en Barcelona es (y será para siempre...) algo definitivo en mi experiencia y en mis sentimientos.

    De los mil calificativos que se le pueden añadir al nombre de Barcelona, yo añadiría éste: HUMANA.  Barcelona es una ciudad profundamente humana, con la mano tendida, con los brazos abiertos. Aquí nadie es discriminado por razones de raza, de sexo de religión, y aquí conviven, con los barceloneses, con los catalanes, con los españoles, gentes llegadas de China, de Argentina, de México, de Perú, de Gambia, de Senegal, de todos los rincones del mundo.

     Ya desde mucho antes del 'boom' literario hispanoamericano, que trajo a Barcelona a escritores como García Márquez o Vargas Llosa, esta ciudad era punto de encuentro de personas de diversos oficios y de distinta procedencia geográfica. Hoy sales a la calle y, al lado de los establecimientos seculares o modernos de Barcelona, también te encuentras negocios extranjeros, tiendas de ropa, de alimentación, centros sociales, mezquitas, locutorios, restaurantes chinos, japoneses, italianos...

    Hoy, de la mano de personas que conocen bien la ciudad y que están comprometidas con su presente y con su futuro, hablamos de Barcelona, de sus realidades, de la crisis económica, de la lucha de sus habitantes; de la ciudad del gótico y del modernismo, la que se asoma al 'Mare Nostrum' mirando a Atenas o a Roma; la noble, culta, laboriosa, ajetreada y entrañable capital de Cataluña.