Ideas de bombero

Los españoles han establecido sus prioridades sobre por dónde hay que recortar el gasto en estos tiempos de crisis. Las pensiones, la sanidad y la educación, ni tocarlas. Si no hay más remedio que meter tijera, aunque sea moderadamente y sin entrar con los tajos como un elefante en una cacharrería... mejor hacerlo en Defensa, obras públicas, seguridad ciudadana, transportes, cultura o medioambiente. No se trata de cargarse las Fuerzas Armadas ni de dejar a los ciudadanos expuestos a la delincuencia ni de cerrar las bibliotecas o de suspender las obras de infraestructuras, sino de moderar el gasto. Pero  -insistimos-  las pensiones, la sanidad y la educación, ni tocarlas, y si es posible dotarlas de más medios.

Esto es lo que piensan los españoles y lo que, sin duda, introducirán en sus programas los candidatos políticos a las elecciones generales del 20-N. No es demagógico decir que "el pueblo nunca se equivoca", porque garantizar unas pensiones de jubilación dignas, o mantener una sanidad pública de calidad, o facilitar el acceso a una educación a la altura de los tiempos que vivimos son aspiraciones de puro sentido común.

Por otra parte, y según datos de esa misma encuesta, elaborada por la Agencia de Evaluación y Calidad de los Servicios Públicos, los funcionarios que más confianza suscitan entre los españoles son los bomberos, seguidos por los médicos y los profesores. Y los peor valorados son los inspectores de Hacienda, los jueces y los diplomáticos. No se puede generalizar porque, en cada una de estas colectividades, hay profesionales mejores y peores, pero en conjunto parece ser que eso de "tener una idea de bombero" equivale a tener una buena idea.

Vivimos tiempos difíciles pero, señores del gobierno actual o del venidero, mucho ojo con las pensiones, que son sagradas y deben ser mejoradas; y mucha atención a la sanidad, que tampoco es perfecta; y no sean irresponsables y resuelvan cuanto antes, por favor, el actual revuelo de la educación.