La 'sorpresa' -envenenada- de Felipe González

Ha sido la comidilla de la primera jornada de la Conferencia Política del PSOE. La intervención de Felipe González, a la que se quiso revestir de un gesto 'improvisado' del presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, le ha costado un disgusto a Zapatero en el que se suponía que iba ser su discurso de 'gloria', de despedida y de espaldarazo al candidato, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Porque si la intención era buena - de lo que en política siempre hay que dudar- el tiro le salió por la culata al candidato. Y es que, según nos confirmaron luego destacados diputados del Grupo Socialista, la 'sorpresa' estaba programada y eran muchos los que estaban al tanto de que González iba a subir al estrado a decir "unas palabras". Claro que con Felipe, ya se sabe...Es imparable. "A mi me lo comentaron ayer por la tarde, que Felipe iba a subir a hablar. Al parecer, querían 'animar' el acto", nos desvelaban  estos mismos diputados que reconocían que el ex presidente había sido un 'regalo envenenado' para Zapatero que aburrió bastante con su discurso. El propio presidente del Gobierno se debió dar cuenta de la 'faena' y quiso estar distendido y simpático al hablar de Rubalcaba pero se le vio descolocado y no logró despertar los calurosos aplausos que se llevó González. Después de esto, la pregunta que queda en el aire es si acudirá Zapatero al discurso de Rubalcaba el domingo, día de la clausura del cónclave.