Rajoy promete gobernar con valentía y para todos

Es seguro que la Convención nacional del PP, preparada desde hacía semanas para terminar la elaboración y proceder a la divulgación del programa electoral del partido, habrá defraudado a muchos por no haber terminado esos dos propósitos: elaborar y divulgar las líneas esenciales del programa. En cambio, los tres del cónclave del PP en Málaga han servido para elevar, si cabe, los niveles de euforia y optimismo de los militantes del partido, particularmente de aquéllos que ya ejercen alguna parcela de poder, o de quienes aspiran a tener mayor participación a partir de finales de noviembre, tras las elecciones generales.

El propio Mariano Rajoy aprovechaba el discurso de clausura para desvelar sus aspiraciones y propósitos de buenas intenciones.  "Aspiro a ser el presidente de España pero, sobre todo, el presidente de todos los españoles. No aspiro a caer bien a todos, pero sí a gobernar bien para todos".  Y ya situado en "lo que viene ahora", tiene claro y expresa que va a ser más difícil, pero que merece la pena, y que España volverá a estar entre las naciones más avanzadas del mundo. Fue ése el párrafo decidido para clausurar la convención del PP en Málaga.

Con anterioridad, en esa intervención meditada y reflexionada, insiste en algunas ideas clave. Se muestra y ofrece como "el representante de todos los españoles"., y afirma que "no sobra ni un español". La concordia es otra clave del discurso. Rajoy dice que no se siente enemigo de nadie, y que tampoco obligará a los españoles a elegir trincheras. Rechaza "atizar viejas discordias" y se compromete a "cultivar afinidades". Asimismo, promete diálogo y escuchar "a todos" para salir de la crisis, crear empleo y generar bienestar. "Me comprometo a gobernar desde la responsabilidad, porque nos jugamos mucho y no se puede dejar al azar". "España necesita soluciones y rigor", asegura dn otro momento, tras criticar al anterior gobierno por "improvisar". También promete gobernar con "valentía".

"Quiero entenderme con todos los que compartan el objetivo nacional de sacar a España de la crisis, crear empleo y generar bienestar", ha resumido. Rajoy intervino en todo momento como si ya hubiera ganado las elecciones, y como si se asomara al balcón de la sede del PP para proclamarse "el presidente de todos los españoles", no solamente "el presidente de los militantes y votantes del PP". Pero, eso sí, sin hacer ni una sola promesa electoral o una sola propuesta nueva que adelante las medidas concretas que llevará a cabo para sacar a España de la crisis. En todo caso, Rajoy apostó por "decir la verdad, aunque sea incómoda" y "no negar la realidad, ni ocultar los problemas".

En un momento de su intervención, Rajoy evocó a su padre, que se levantaba a las 5 de la mañana para ayudarle en las oposiciones, como ejemplo para decir que "somos hijos de españoles esforzados". Dijo también que  "mantener la memoria y la dignidad de las víctimas de ETA nos compromete a seguir trabajando para derrotar al terrorismo". También reniega de las "falsas equidistancias" entre víctimas de uno u otro lado... El candidato pidió el apoyo de los españoles y definió el que se supone que será su estilo de Gobierno: "Me comprometo a decir la verdad, aunque sea incómoda; a no negar la realidad ni ocultar los problemas, porque el realismo es la clave de la credibilidad; a explicar lo que voy a hacer, a ser previsible... 

Con algunas otras afirmaciones rotundas, para concluir: "Queremos que la ley se cumpla y que las instituciones públicas recuperen prestigio". "Queremos una política exterior que refleje la magnitud de nuestro país y necesitamos un país serio, que cumpla los deberes"  "Queremos mejorar la Educación, apostamos por una de calidad, que forme ciudadanos libres, no adoctrinados, que estimule la competitividad. Es la garantía del empleo de mañana y es el cambio más urgente de todos" "Queremos cohesión social, Estado de bienestar y servicios públicos, pero desde la seriedad de una buena gestión económica. Los malos gestores se ven obligados a hacer recortes sociales porque no han hecho ni sabido hacer reformas" Quiero que este país sea alegre, con un horizonte de seguridad común, una política económica ordenada y coherente, basada en la austeridad y en la reforma...

Y aplausos enardecidos de su público entregado.