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Muchos contenidos secretos y desconocidos en el programa del PP

Muchos contenidos secretos y desconocidos en el programa del PP

miércoles 02 de noviembre de 2011, 08:04h
Algunos analistas se han pasado este puente estudiando y comparando los textos de compromisos electorales que ofrecen las dos principales siglas, PSOE y PP. ¿Hay comparaciones posibles? Claro que las hay, y cada uno de los propios candidatos y de sus correspondientes equipos insisten en lo que les separa y distingue. Por ejemplo, Rubalcaba, dice que Rajoy no ha explicado lo que va a hacer el PP si gana las elecciones, según su programa electoral. que el partido no ha dado a conocer hasta hoy, cuando faltan sólo tres días para el inicio de la campaña electoral, pero que lo que no ha dicho él ya lo aplica en la práctica la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y los de otras comunidades donde gobiernan ese partido. "Rajoy no dice lo que va a hacer, pero Esperanza nos lo cuenta; Rajoy oculta y Esperanza lo desvela; Rajoy calla y Esperanza otorga", afirmó "el malvado" Rubalcaba, durante el acto de presentación de los candidatos del PSOE al Congreso y al Senado por Madrid. Según Rubalcaba, el PP ha hecho un programa "oscuro" y "deliberadamente ambiguo", mientras que el del PSOE es "claro" y "concreto". Pese a tal ambigüedad, el candidato socialista observa que el PP sí ha dicho que va a rebajar los impuestos a las rentas del capital, con lo que recaudará menos dinero en el Estado. "Pero sí cuadran las cuentas, porque Esperanza [Aguirre] recorta más en Educación y en Sanidad", ha añadido. "Eso se llama política de derechas", explicó el socialista, que insiste en lo que viene diciendo reiteradamente desde hace varias semanas: ante una recaída en la crisis como la que se ha vivido después del verano, "que nos ha colocado en una situación económica muy mala", es preciso revisar las políticas económicas, y que no basta con llevar a cabo ajustes sino que "hay que combinar las políticas de austeridad con las de inversión pública para crear empleo". Rubalcaba pide a sus compañeros de la candidatura que "trabajen, trabajen y trabajen". "Que expliquen lo que vamos a hacer, que confronten democráticamente con la derecha, que peleen como dice nuestro eslogan", ha añadido, porque "la única pelea que uno no gana es la que no da", ha concluido.

¿Qué le falta, o le sobra, al programa del PP? Por ejemplo, se comprueba que "la batalla del Ebro" pasó a mejor vida. Diez años después de que el Gobierno de José María Aznar impulsara una obra colosal para llevar agua del Ebro hasta la huerta de Murcia pasando por la Comunidad Valenciana, y ocho años después de que el Gobierno de Rodríguez Zapatero derogase aquel trasvase para apostar por la construcción de desaladoras en la cuenca mediterránea, el PP nacional olvida aquella guerra entre territorios. Del Ebro, ni palabra. Del Tajo-Segura, tampoco. El PP alega que el programa es realista y que hoy no conseguiría fondos europeos para financiar la colosal obra. En su propuesta electoral sobre el agua dice el PP "Promoveremos un gran pacto nacional basado, entre otros criterios, en los de unidad de cuenca, sostenibilidad ambiental, prioridad de uso en la propia cuenca con garantía de las necesidades presentes y futuras de la misma, y solidaridad interterritorial". La alusión a la unidad de cuenca, el principio según el cual una cuenca de un río no se puede trocear aunque afecte a varias autonomías, choca con lo defendido por los populares en Castillla y León y Andalucía, donde han apoyado estatutos que contravienen esa unidad de cuenca, según el Tribunal Constitucional. Sobre la política energética, el PP opta por defender una prórroga de la vida de las nucleares con un lenguaje para iniciados:"Gestionaremos los permisos de los emplazamientos nucleares conforme al cumplimiento de los estrictos criterios de seguridad impuestos por el Consejo de Seguridad Nuclear y las autoridades europeas, de forma que la prolongación de su operación redunde en un menor coste de la energía para los consumidores". En su programa electoral, abre la vía para que se pueda alargar la vida útil de las nucleares si el Consejo de Seguridad Nuclear da su visto buen. A cambio, las centrales con más de 40 años, cobrarían la electricidad que producen más barata.

En ningún caso habla de construir nuevas plantas de ese tipo en España, ya que con la demanda eléctrica actual y la potencia instalada no es necesario ni hay ninguna eléctrica dispuesta a embarcarse en esa gigantesca inversión. La economía y la creación de empleo ocupan la parte más voluminosa del programa electoral del Partido Popular, que este martes hizo público a través de su página web. Las recetas de Rajoy contra la crisis pasan por la austeridad y la contención del gasto, la reforma del mercado laboral, la bajada de impuestos, la unidad del mercado y la simplificación administrativa. Destacan la flexibilización de las condiciones laborales, como el horario o los salarios, de forma que se adapten mejor a la evolución de los contextos económicos y de los mercados para evitar los despidos. También resulta novedosa la inclusión de la exigencia de responsabilidades a los gestores de las entidades financieras que "hayan incurrido en una administración desleal o negligente", o más aún, la de variar, según los resultados a largo plazo, las remuneraciones de los directivos de las entidades que necesiten ayudas del Estado. Con todo, habrá límites a estas remuneraciones. "Limitaremos la remuneración de los gestores de aquellas entidades que requieran de ayudas públicas". La reforma del Banco de España es uno de los objetivos más evidentes. El PP quiere dotar al organismo de mecanismos de vigilancia más prudentes, "siguiendo las mejores prácticas internacionales".

El programa del PP se articula en dos principios ideológicos y coyunturales, el reformismo y la recuperación económica, y en seis ejes temáticos: el empleo, la educación, las políticas sociales, la administración y la regeneración democrática. El primero es el que abarca más páginas -más de 70- y está lleno de llamadas a la austeridad. Durante el primer año de gestión, Rajoy, reiteró que cumplirá el objetivo de déficit del 3,4% para 2012, hará una revisión generalizada del gasto partida a partida para después marcar las prioridades. Por ello, las múltiples bajadas de impuestos que salpican el programa quedan en gran medida supeditadas al estado de las cuentas públicas que el líder del PP, si gana el 20N, encuentre a finales de diciembre. Las exenciones  fiscales se erigen en un gran pilar del programa: hay deducciones para quien más ahorre, para las pymes, para los autónomos que contraten a su primer trabajador, en transmisiones patrimoniales, en el impuesto de sociedades y para empresas volcadas en I+D. El partido de Rajoy quiere un tejido legislativo muy delgado, nada reglamentista, de forma que impere el mercado común y la ausencia de procedimientos: aspiran los populares a que se pueda crear una empresa en 24 horas. Toda la administración y todas las empresas públicas, incluidos los medios de comunicación, se guiarán por techos de gasto y de endeudamiento y por la simplificación. En pro de esa simplificación y flexibilización, el PP procurará reducir los tipos de contratos, aunque huye del contrato único, y ajustar las condiciones laborales a los contextos económicos, de modo que el empresario evite los despidos si el negocio le va mal. Los populares se comprometen en el programa a no tocar el Estado de bienestar, aunque habla de cambiar la gestión, sin más detalles. Esa inconcreción se extiende a sus propósitos de cambiar la ley del aborto y a la normativa contra la violencia de género. Rajoy está empeñado en fomentar la actividad empresarial, hasta el punto de eliminar los controles previos para su constitución en España. El PP, que sólo contempla "mecanismos" de control "a posteriori", salvo para las compañías relacionadas con la seguridad pública: 'Propiciaremos', reza la cuarta de un programa de 407 medidas, "la sustitución de los controles y licencias previos para el establecimiento de actividades empresariales por mecanismos de control y sanción a posteriori basados en el principio de proporcionalidad, excepto para aquellos casos que afecten a la seguridad pública". El PP elude comprometerse con la privatización de las televisiones públicas locales o autonómicas, pero sigue apostando por el modelo de propiedad pública, aunque abierto a la "participación" y "gestión" privada. El PP promete que regulará en el Congreso "las reformas legislativas necesarias" para que presidentes autonómicos y alcaldes "tengan libertad" para "adoptar nuevos modelos de gestión de las televisiones públicas que permitan la entrada de participación privada".

Los populares prometen "estudiar la viabilidad económica del actual modelo de televisiones públicas para redimensionarlas y adaptarlas a la coyuntura que estamos atravesando", y promete "establecer legalmente techos máximos de gasto y endeudamiento para todos los medios de comunicación públicos". El PP considera que la administración local necesita una reforma que potencie "el control y la fiscalización" de los entes que la integran y, en concreto, pretende que todos los municipios con más de 5.000 habitantes sean sometidos a auditorías financieras, operativas y de cumplimiento. En cuanto a la educación, el PP implantará una "prueba nacional de evaluación" en el modelo educativo para "evaluar los conocimientos de los alumnos". Cada centro repartirá "diplomas de excelencia" entre los alumnos con mejores resultados. Además, el PP promete "garantizar una formación común del alumnado, con un currículo básico en todas las etapas educativas". El programa del PP insiste en suprimir la asignatura de Educación para la Ciudadanía, para sustituirla "por otra", cuyo "contenido esté basado en el aprendizaje de los valores constitucionales y en el conocimiento de las instituciones españolas y europeas". Los 'populares' confirman el apoyo a la libertad de enseñanza, pero prometen: "Apoyaremos especialmente a los centros que escolaricen al alumnado en situación de desventaja social". Además, aseguran que se "reconocerá" a los profesores que atiendan a los alumnos que presenten especiales dificultades. El PP pretende abrir la gestión y sostenimiento de determinados proyectos de Defensa a la empresa privada. Asimismo, el PP revitalizará el consejo de política exterior y creará el consejo español de seguridad. El Instituto Cervantes será centro de intercambio cultural y de expansión de la lengua española. Los españoles que residan fuera serán objeto de atención preferente y en esta línea fomentará el voto en urna en consulados y en embajadas. Además, creará un certificado de emigrante retornado para favorecer su integración y fijará criterios únicos en el uso de la tarjeta sanitaria. Sobre defensa, y aparte de la revisión de la ley de la carrera militar, los populares abrirán a la colaboración público-privada la gestión de determinados proyectos, así como el sostenimiento de las capacidades del Ministerio. Además, propone que el mandato de los magistrados del Tribunal Constitucional dure más tiempo y desligar su composición de las mayorías parlamentarias que se den en cada legislatura. Ello supondría una reforma de la Constitución.

Igualmente quiere el partido de Mariano Rajoy reformar el sistema de elección de los vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), de manera que doce de sus veinte miembros sean elegidos de entre y por los jueces y magistrados de todas las categorías. En fin, hasta la promoción del turismo de golf está contemplada en el pormenorizado programa del PP.


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