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Que sea la última vez (pero no lo será)

Que sea la última vez (pero no lo será)

martes 22 de noviembre de 2011, 11:25h
Es obvio que no les falta razón a UPyD ni a IU para protestar contra los desequilibrios de una normativa electoral que les castiga a tener que conseguir muchos más votos que el PSOE o el Partido Popular para obtener un escaño. Como obvio me parece que no resulta lógico que Amaiur apenas precise de trescientos treinta y tres mil votos para beneficiarse con siete escaños, mientras que Izquierda Unida, con cinco veces más sufragios que la coalición 'abertzale' vasca, tenga solamente cuatro asientos en el Parlamento más que esta. O que Convergencia i Unió, con menos votos que el partido de Rosa Díez, tenga tres veces más escaños. Y así podríamos seguir. Una primera conclusión me lleva a afirmar que una de las primeras reformas que Mariano Rajoy debería llevar a cabo sería la reforma, incluso a nivel constitucional, de ese bloque legislativo electoral que consagra las candidaturas bloqueadas y cerradas, que facilita las alianzas 'contra natura', especialmente a nivel local, que mantiene a la provincia como circunscripción para un Senado que se quisiera más bien representante de las regiones, que hace pervivir unas campañas electorales obsoletas... En fin: para qué seguir.

Lo malo es que Rajoy no hará ninguna de estas reformas, aunque algunas de ellas figurasen en antiguos programas electorales del Partido Popular (tranquilos todos: también figuraron en los del Partido Socialista y nada de nada). Porque tanto PP como PSOE, y los nacionalistas catalanes y vascos, acordaron hace poco más de un año una sedicente 'reforma electoral' que era el vivo ejemplo de aquella máxima lampedusiana según la cual hay que cambiar algo -algo-para que todo siga igual. Lo sustancial no cambió: la proporcionalidad a la hora de conseguir representación sigue siendo desproporcionada, valga el (mal) juego de palabras, las normas para conseguir tener grupo parlamentario propio siguen siendo etéreas y todo permanece inmutable para que España siga siendo un país básicamente bipartidista con aditamentos nacionalistas. Los demás, por favor, no molesten.

- El blog de Fernando Jáuregui - Cenáculos y mentideros>>
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