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El PSOE inicia la búsqueda de un nuevo o renovado líder

El PSOE inicia la búsqueda de un nuevo o renovado líder

sábado 26 de noviembre de 2011, 14:08h
Aunque el centro de atención política nacional está ya en otro punto -en Rajoy, en el PP, en la formación de un nuevo gobierno, en las novedades (reformas y recortes) que traerá consigo esa nueva administración del Estado-,  el todavía presidente del Gobierno en funciones, José Luis Rodríguez Zapatero, y el frustrado candidato socialista Rubalcaba, merecían este sábado atenciones preferentes por sus sucesivas intervenciones en el Comité Federal del Partido. Zapatero, en primer lugar, culpó a la crisis de la histórica derrota cosechada en las urnas el pasado 20-N. "No es excusa, pero la peor crisis en muchas décadas, una crisis intensa y muy cambiante, dijo, ha sido la causa" de la desafección de muchos de sus militantes y ciudadanos. Zapatero, agradeció a Alfredo Pérez Rubalcaba su trabajo y el esfuerzo realizado en una "campaña extremadamente difícil" y que no utilizara el fin del terrorismo en la campaña. Reconoció "errores de gestión y de comunicación" en la crisis "imputables sólo a nosotros" y dijo que el PSOE "evaluará mejor su alcance cuando tengamos más distancia". Y defendió su gestión frente a la crisis, afirmando que no había otra alternativa y que hizo lo que tenía que hacer. "Existe un consenso general de la desconexión de una parte del electorado, en mayo de 2010, cuando se produjo el primer episodio de la crisis soberana, en Grecia. El Gobierno tuvo que reaccionar en pocos días con planes de austeridad nacionales como reacción a la primera fase de la crisis", recordó Zapatero. Y recordó aquellos hechos ya históricos: Cuando los indicadores apuntaban a un inicio de recuperación, "la crisis se transmutó en una crisis de deuda soberana, amenazando la autonomía soberana de los países, entre ellos España. Adoptamos decisiones inevitables que afectaron a la renta disponible de muchos ciudadanos. Lo intentamos hacer con sentido de equidad, protegiendo la prestación por el desempleo, pero no acertamos a integrar su explicación en un discurso global y coherente". Lamentó también que la crisis ensombreciera un "hecho histórico", el fin de la violencia terrorista, y agradeció a Rubalcaba que no lo haya utilizado con fines electoralistas. Tras el discurso del presidente y secretario general del PSOE, le tocó el turno a Rubalcaba, quien también hizo un ejercicio de autocrítica. "Es evidente que el PP ha ganado las elecciones, y si echamos la vista atrás, hay cosas que habríamos podido hacer de otra manera en la campaña", recordó. Asumió "en primera persona" la derrota electoral y reclamó un congreso "cuanto más abierto, mejor", y con "integración" posterior de las distintas sensibilidades, como hizo José Luis Rodríguez Zapatero en el año 2000. Rubalcaba aprovechó su rendición de cuentas ante la dirección del PSOE para exponer lo que considera que debe ser la guía de la labor de oposición a partir de un programa electoral que era riguroso y que sirve para cumplir con los siete millones de votantes y, sobre todo, con España. Rubalcaba enfatizó un dato optimista, el escaso crecimiento del PP respecto a 2008, un techo de menos de 11 millones de votos que, en su opinión, si no ha superado en las circunstancias más propicias para ello, "nunca lo hará". "El PP no ha movido su techo electoral, se ha movido en torno a las últimas elecciones", señaló. Además, lamentó que el PSOE enviara "votos a casa y al resto de las formaciones". "La mayor parte de nuestro votantes se han resistido a votar al PP. No hay una derechización de la sociedad española". "Si se consigue movilizar el partido progresista, podemos volver a ganar las elecciones". Para ello, ha planteado dos desafíos inmediatos: "Fortalecer el PSOE, y una mayor unidad e integración, porque es el instrumento de la mayoría progresista del país para estar en el Gobierno". Para esta legislatura, Rubalcaba ha pedido que se haga una 'oposición centrada, que conozca lo que tiene que hacer'.
En cuanto a los miembros del comité federal, se calcula que la mitad de los barones apuesta por que el candidato socialista lidere el PSOE, si bien en las últimas horas han crecido las voces entre las bases que piden primarias. "Yo soy partidario de que haya varios candidatos", había dicho Marcelino Iglesias, desde el aparato. Pero también lo dicen Guillermo Fernández Vara, de Extremadura; José María Barreda, de Castilla-La Mancha, y José Antonio Griñán, al frente de la federación más importante del PSOE, Andalucía. Griñán elogió a Rubalcaba y Chacón, pero no quiso pronunciarse por nadie en concreto. Hasta el momento, se calcula que la mitad de los barones apuesta por que sea él quien lidere el partido y entre ellos figuran, José Antonio Griñán, Óscar López, Jorge Alarte, Pachi Vázquez, Dolores Gorostiaga, Marcelino Iglesias y Patxi López . Rubalcaba tiene la intención de ofertar un equipo que aúne las tres generaciones del socialismo, con una mezcla de la experiencia y veteranía, por un lado, y juventud y renovación por otro. El núcleo de la propuesta de Rubalcaba como secretario general incluiría a dos jóvenes valores del socialismo: Eduardo Madina, que tendría reservado el puesto de portavoz en el Congreso, Óscar López, que sería el jefe de filas de los socialistas en el Senado. En el organigrama del partido, Elena Valenciano tendría reservado el despacho de secretaria de Organización. También guarda silencio la que, según todas las especulaciones, podría ser su máxima rival para este cargo, la ministra en funciones de Defensa, Carme Chacón, cuyo equipo tantea los apoyos con los que podría contar la "número uno" por Barcelona.
En cualquier caso, el Comité Federal del PSOE dio este viernes los primeros pasos para su 38 congreso federal, que conducirá al relevo de José Luis Rodríguez Zapatero como secretario general, sin que Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón -los nombres que más suenan- se hayan decidido formalmente a dar un paso al frente para postularse. Seis días después de sufrir la mayor derrota de su historia, el PSOE ha comenzado a trazar su futuro, sin Zapatero, y en la oposición. El congreso ordinario que deberá elegir al nuevo líder se desarrollará los días 10, 11 y 12 de febrero, en Sevilla, unas semanas antes de las elecciones autonómicas andaluzas. Desde ahora podrán presentarse "precandidatos", cuyo requisito debe ser que reúnan el 15% de los avales del comité federal. Con 36 firmas de ese órgano de dirección, un militante del PSOE pasará el primer examen para ser aspirante a la secretaría general. El siguiente será el respaldo del 20% de los delegados al congreso, de un total de 969 compromisarios en representación de los 220.000 militantes del PSOE de pleno derecho. Ningún aspirante podrá recabar más del 30% para facilitar que otros candidatos tengan opción a pedir firmas de los delegados ya que éstos sólo podrán avalar a uno de los contendientes. Desde el aparato se considera que el procedimiento es muy abierto y colmará las aspiraciones de participación de los militantes. "El 38º congreso debe ser tan abierto y democrático como el que aupó a Zapatero a la secretaría general", ha dicho Elena Valenciano, secretaria de Política Internacional del PSOE y jefa de campaña de Rubalcaba.
Un Congreso abierto, que resuelva cuanto antes los problemas de orfandad y desamparo que dejó tras de sí el tsunami de las elecciones del pasado día 20...
JOSÉ CAVERO


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