Una de las mejores intervenciones parlamentarias de esta legislatura en el Congreso de los Diputados ha pasado inadvertida por “culpa” del proyecto de ley de recuperación de la memoria histórica. Más alto se pueden decir los mensajes, pero más claro no. Mario Mingo, portavoz del PP en materia de Sanidad en la Cámara Baja y mejor cirujano, defendió una enmienda a la totalidad al proyecto de ley de investigación biomédica, pidiendo no solo su devolución al Gobierno sino también ofreciendo un texto alternativo. Es un mal proyecto de ley porque -como explicó Mario Mingo ante la mirada extraviada de la ministra Elena Salgado- tiene carencias significativas y porque incluye errores conceptuales graves. El texto regula pero no fomenta la investigación y tampoco recoge el papel de las autonomías en la investigación biomédica. Este último argumento fue reiterado por los portavoces de los grupos nacionalistas, como Jordi Xuclá, de CiU, que mostró sus reparos a la ley aunque votó en contra de la pretensión popular.
La actual redacción del proyecto de ley tampoco aporta incentivos fiscales o financieros para que las empresas inviertan en investigación biomédica, extremo que el presidente Rodríguez Zapatero subraya como muy necesario cada vez que interviene en algún acto de carácter científico. Como dijo el doctor Mingo, el texto no instaura políticas que acerquen la relación de las empresas con la Universidad en busca de sinergias que están ampliamente contrastadas en el ámbito internacional.
Y, como estaba previsto, la futura ley de investigación biomédica olvida a la industria farmacéutica, que es la que más invierte en este capítulo y que incorpora nuevos procedimientos diagnósticos y terapéuticos en el quehacer diario de los facultativos. “Es el verdadero campo de actuación -matizó Mario Mingo- que va a mejorar el diagnóstico precoz y la medicina individualizada”.
Decenas de enmiendas se han presentado ya al articulado de este proyecto de ley, cuyo plazo se ha ampliado hasta mañana dia 19 por acuerdo de todos los Grupos parlamentarios. Sin duda habrá acuerdo en algunos extremos, a pesar del escaso talante negociador de la ministra que, por cierto, comparecerá ante la Comisión legislativa de su Departamento el día de los Inocentes para, a petición propia, explicar los grandes avances que ha llevado a cabo en el Ministerio durante el año que ahora termina.
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