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La crisis más grave es invisible

La crisis más grave es invisible

jueves 01 de diciembre de 2011, 12:39h
Parece difícil que el sector educativo sea capaz de salir de la grave crisis en la que se encuentra inmerso, si no es con la ayuda de nuevos agentes que le ayuden a lograrlo.
 
De forma más concreta, es necesario que el tejido empresarial y productivo de nuestro país entienda como suyo el problema, ya que de lo que estamos hablando es de la capacidad de España para competir en los próximos años.
 
El actual sistema educativo fue diseñado en el S XIX para dar respuesta a las demandas de la sociedad industrial. Era eficiente y preparaba a la mano de obra que permitía el progreso de aquella sociedad. Se trataba de la escuela- fábrica.
 
Estaremos todos de acuerdo que las demandas de nuestro tiempo son completamente distintas. Y que sin embargo, el modelo educativo sigue siendo idéntico. La educación escolar, hoy, está completamente desconectada de la sociedad a la que debería servir.
 
Es cierto que la universidad ejerce, en este sentido, un efecto paralizador: no sólo vive de espaldas a la escuela, inhibe también su relación con el mundo corporativo y, por consiguiente, favorece su aislamiento y su desconexión. La realidad es que la mayoría de las empresas relacionan sus proyectos de investigación, desarrollo y RSC en materia educativa, con el ámbito de la "educación superior".
 
Estas son las tres razones por las cuales esta tendencia debería revisarse:
 
1.   España está perdiendo, de forma sistemática, el 30% de su talento antes de llegar a la universidad o a la FP de grado superior.
2.   España no está produciendo "alumnos brillantes" (produce un 3% frente al 8% de países de la OCDE), ni fomenta en ellos las competencias imprescindibles en el S XXI.
3.   La capacidad de los países para innovar tiene relación directa con los resultados de las pruebas PISA (realizadas a alumnos de 15 años).
 
Si esperamos a la universidad para mejorar nuestra posición, llegamos tarde. Y además, es mucho más caro.
 
¿Pero cuáles son los beneficios que tiene, para el sector empresarial, interesarse por un mundo tan distante como el de la educación escolar? También son tres:
 
1.    Contribuir a la creación, la calidad y la retención del talento que necesitará en apenas 15 años.
2.    Conocer y aprender junto a una generación de jóvenes magnífica pero desconocida y distinta de la actual, que constituirá una poderosa fuerza laboral y de transformación social.
3.    Desarrollar junto a organizaciones expertas en la gestión del aprendizaje, las habilidades y competencias necesarias para tener éxito en nuestro tiempo.
 
El sector educativo necesita ayuda, y la necesita urgentemente. Es imprescindible incorporar criterios de eficiencia, desarrollar nuevas habilidades personales y profesionales en cada alumno, introducir competencias de innovación y de emprendimiento... en suma, es necesario que la escuela transite del modelo post industrial hacia una nueva Era.
 
La prioridad absoluta, en este momento, debería ser la reforma profunda de nuestro sector educativo, con la participación de todos los agentes sociales y de todos los miembros de la Comunidad Educativa, porque España no dispone de otros recursos ni está en condiciones de importar el talento imprescindible para asumir posiciones de liderazgo. Además, si no lo hacemos, estaremos condenando a nuestros hijos a ser los "operarios" de la nueva Era conceptual y del conocimiento.
 
Les animo a asomarse al lugar que esconde la única esperanza para nuestro futuro. Les estamos esperando.
 
 
Nieves Segovia Bonet Presidenta Institución Educativa SEK
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