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Europa, a la velocidad que imponen Francia y Alemania

Europa, a la velocidad que imponen Francia y Alemania

martes 06 de diciembre de 2011, 09:19h
Una vez más, se advierte o se amenaza a los ciudadanos europeos de verse, en un plazo inmediato, escindidos, ellos o sus países respectivos, en dos bloques, los de gran velocidad y los lentos. Estamos prácticamente ante una situación de ultimatum, en ese sentido: ¿quiere usted formar parte de la Europa de gran velocidad, sin déficit, a gusto de los mercados, o de la Europa decadente, sin futuro ni perspectivas?, se nos viene invitando... Pero, ¿no estamos ya, en toda plenitud y sin disimulos, en esa Europa de dos velocidades, de dos tipos de países, de dos clases de ciudadanos? A uno le parece que sí, que desde hace tiempo, la Europa de los 17 del euro, o de los 27 de toda la Unión, por igual, tienen dos velocidades, por razón del interés recíproco y mutuo en el que vienen coincidiendo los dos máximos dirigentes de las dos potencias de mayor fortaleza de la UE, Alemania y Francia. Desde hace tiempo, todo lo importante que se decide en la UE, se cuece en las cocinas de Merkel y Sarkozy, ahora fusionados en una sola entidad por gracia de la ocurrencia ciudadana, en el híbrido "Merkozy".

De hecho, en los últimos tiempos, lo que piensa y proyecta uno de los dos líderes -generalmente la canciller- es asumido incluso con entusiasmo, o bien calladamente, por su "adjunto", el presidente de la República gala. Ahora mismo, Alemania y Francia se han propuesto, en grandísimas palabras, salvar al euro y para ello apuestan por crear un nuevo Tratado para la Unión Europea, que agilice los mecanismos para hacer frente a la crisis de deuda. Las ideas siguen siendo las mismas que se han barajado en los últimos meses para contener los embates de los mercados. La novedad, por consiguiente, no iría más allá de la forma y en la premura y urgencia en poner en práctica las medidas. De hecho, las propuestas de la canciller y el presidente, ya se han analizado desde el punto de vista teórico en encuentros anteriores de los líderes europeos, pero nunca hasta ahora se han llevado a la práctica. La diferencia, por consiguiente, reside en el empeño de la pareja franco-alemana por aunar todas las piezas en un único tratado y en la aceleración para ponerlas en marcha. Y en estas prisas de ahora,  ni Alemania ni Francia parecen dispuestas a esperar a finales de 2012 para que los países incluyan en sus legislaciones la llamada 'regla de oro' de déficit presupuestario, que establece que los países no podrán superar el límite de déficit del 3% del Producto Interior Bruto (PIB). La que forzó a España a efectuar una urgente reforma de la Constitución...

Además, el nuevo tratado contemplaría sanciones urgentes votadas por mayoría cualificada para aquellos Estados que superen dicho nivel. También se pretende que los bancos e inversores privados asuman parte de la deuda pública de los países perjudicados por la crisis de deuda, como ocurrió con Grecia, o el rechazo de los 'eurobonos', instrumento que ha distanciado a Alemania del resto de países miembros en los últimos meses. "No son una solución a la crisis", apuntó este lunes el presidente francés, ya alineado con su "partenaire" Merkel. En el caso de que se materializase ese nuevo tratado que apadrina "Merkozy", se aceleraría el Fondo Europeo para la Estabilización Financiera a 2012, cuya actividad estaba programada para 2013 y el Banco Central Europeo tendrá independencia para ayudar a los países con problemas. Una vez más,  Merkel está a punto de  imponer su santa voluntad. Eso sí,  se trata de salvar las formas... mínimamente. Las decisiones, no se tomarán por unanimidad, sino mediante mayoría cualificada del  85%. Además, se celebraría una reunión mensual de los jefes de gobierno de la eurozona mientras dure la crisis. Merkel y Sarkozy presentarán estas propuestas al resto de líderes europeos el próximo viernes, día 9 de diciembre, y tratarán de convencerles  de la necesidad de modificar el marco legal europeo para evitar que en el futuro pueda repetirse una crisis de la deuda soberana similar a la actual, después de que ya ayer, lunes, informaran al mundo desde el palacio del Elíseo de que habían alcanzado un acuerdo para salvar el euro  y "reforzar y armonizar" la integración fiscal y presupuestaria de Europa. Con anterioridad, este miércoles, París y Berlín enviarán sus planes por carta al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, para ser discutidos con los socios europeos el viernes en Bruselas. Los dos líderes conservadores pretenden impulsar  "un nuevo tratado europeo" que obligará a los Estados a aprobar en sus textos constitucionales una regla de oro de déficit y una deuda más severa y que modificaría la forma de Gobierno de la eurozona para llevar los presupuestos nacionales hacia un mayor equilibrio. Esta reforma permitiría de forma indirecta al Tribunal de Justicia europeo vigilar y multar a los países que no cumplan los requisitos, y se quiere que esté lista para ser ratificada a nivel nacional en marzo de 2012.

Sarkozy informó de que para respetar el calendario electoral francés, la eventual aprobación del tratado se hará tras las presidenciales y las legislativas, no antes de julio de 2012.Por su parte, la canciller Merkel señaló que las bases del pacto han sido "consultadas" con el resto de miembros de la UE. El presidente francés fue el el encargado de enunciar los seis capítulos que "desean" aprobar las dos potencias del euro: Refuerzo de las sanciones para quien no respete el déficit del 3%. Los Tribunales Constitucionales de cada país deberán vigilar que los presupuestos nacionales se ajusten al tratado. El impago de la deuda de Grecia no volverá a suceder jamás. El lanzamiento del Mecanismo de Estabilidad Financiera se adelanta de 2013 a 2012. Las decisiones se tomarán por mayoría calificada del 85%, cuando ahora se toman con el 80%. El consejo de presidentes de Gobierno y jefes de Estado será el gobierno económico de la zona euro. Se reunirá todos los meses mientras dure la crisis, y en su orden del día estarán siempre "la competitividad y el crecimiento", según palabras de Merkel. Este punto, deseado por Francia, supone en principio un golpe de muerte a la Comisión Europea. Finalmente, confianza en la independencia del Banco Central Europeo. Abstención de todo comentario sobre su actividad.

"Merkozy" avanza sin pausa. Nada les detiene. Imponen su velocidad, o bien dejarán al margen a quien se resista...
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