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"Fernández Díaz no podía ser presidente del Congreso para evitar que un catalán del PP pudiera situarse por encima o por delante de las autoridades del Govern en actos protocolarios"

Amabilidades del PP con Duran en el comienzo de la legislatura

Amabilidades del PP con Duran en el comienzo de la legislatura

miércoles 14 de diciembre de 2011, 08:26h
El mensaje predominante del Rey don Juan Carlos es nítido: estamos en tiempos duros, será preciso esforzarse para superarlos. Otro tanto han venido a decir el ya inminente jefe del Gobierno y los flamantes presidentes del Congreso y del Senado. Todos están de acuerdo en que la crisis está lejos de haber quedado atrás. Las mediciones económicas no permiten aventurar tal pronóstico, sino todo lo contrario: la recesión está regresando, o ha vuelto ya a los escenarios económicos españoles y de otras economías europeas. Esa es la primera imagen que recibe el ciudadano, así como varias invitaciones para afrontar esos malos tiempos que se avecinan desde una cierta unidad y colaboración, algo que no se produjo en la legislatura recién concluida. ¿Será posible esta vez?

Posiblemente se darán las circunstancias adecuadas: el PP disfrutará de mayoría absoluta, y el PSOE deberá resolver, antes que nada, su propia recuperación y hasta reconstrucción. En el resto de los partidos y fuerzas políticas, pueden dar sorpresas los convergen tes, IU, y los proetarras de Amaiur. Los dos últimos grupos estarán en su propia y particular oposición, probablemente ajena a la que ejerzan las restantes fuerzas. Pero, ya en los primeros pasos, o antes de ellos, se han comprobado gestos de amabilidad entre el futuro Gobierno de Rajoy y los convergentes de Mas y Durán. Durante la campaña electoral, "se trabajó" a CiU ante la eventualidad de que fuera imprescindible recurrir a una fuerza exterior para completar la mayoría. Ahora que el PP ya ha comprobado su propia fuerza, no duda de la conveniencia de "no estar solo" en el mando, y parece decidido a llegar a entendimientos frecuentes con el nacionalismo moderado catalán. Un primer detalle: Fernández Díaz no podía ser presidente del Congreso para evitar que un catalán del PP pudiera situarse por encima o por delante de las autoridades del Govern en actos protocolarios a los que, por ejemplo, asistieran Mas y Fernández Díaz.

Segundo detalle: la cordial y prolongada conversación que Mariano Rajoy mantuvo en  la mañana de este martes con el portavoz Durán. ¿Qué buscan uno y otro? Evidentemente, el PP vería con satisfacción que su candidato pudiera contar con algún otro voto además de los propios en la sesión de investidura. De entrada, Rajoy contaba con el no, pero tal vez las buenas relaciones personales de Rajoy y Sáenz de Santamaría con Durán y las perspectivas de futura colaboración... pudieran romper esa voluntad previa de CiU. Claro que no será fácil esa mejor relación entre PP y CiU. La gran dificultad y el escollo fundamental para el gran entendimiento se llama pacto fiscal, que los convergentes tratan de "vender" a quien sea... Y hasta la fecha en vano. Ni el PSOE ni el PP se inclinan por ceder a ese propósito de los nacionalistas catalanes de disponer de unas condiciones similares a las que disfrutan los vascos y navarros: Una aportación fija y renovable al Estado a cambio de recaudar y gastar todos los impuestos y otros gravámenes de los residentes en Cataluña. O sea, unos nuevos "fueros"...  El pacto fiscal es la exigencia que repiten Mas y Durán, y es "un trapo" al que no quieren entrar las dos grandes fuerzas nacionales, PP y PSOE.  Hay cuestiones "menores", como la deuda de 759 millones que el gobierno catalán viene reclamando con insistencia al Gobierno de Zapatero en concepto de desarrollo del Estatuto.

Más fácil será que las posiciones de PP y CiU coincidan en próximos proyectos de ley, como el que Rajoy ha encargado que consensúen sindicalistas y patronal sobre la reforma del mercado laboral. De hecho, el próximo presidente Rajoy no descarta una legislatura con acuerdos en los grandes temas. Rajoy argumenta que los restos son de tal envergadura que será necesario un consenso lo más amplio posible.

De momento, la urgencia la plantea la sesión de investidura, y parece dudoso que Durán y CiU acepten dar ese voto al candidato del PP "para que Rajoy no salga elegido en soledad". Por lo general, los convergentes no suelen aceptar pagos en forma de galanterías y amabilidades. Lo comprobaremos dentro de unos pocos días.
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