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Seguimos sin saber

Seguimos sin saber

lunes 19 de diciembre de 2011, 18:31h
Alfredo Pérez Rubalca ha vuelto a fracasar, jefe Jaúregui, en su nuevo intento de hacerse coleguilla nuestro para sacarle respuestas claras a Mariano Rajoy. Hoy como el día del debate electoral en las teles ha vuelto a preguntar al presidente de mañana sobre los recortes. Y nada, que va a ser que no. Y te aseguro que simpatías personales o ideológicas aparte, poco me importa el futuro del reportero Rubalcaba, pero pensaba yo que al menos así nos podíamos enterar de por dónde nos van a apretar el zapato o a que agujero deberemos ajustar nuestro cinturón. Porque ya quisiéramos tu y yo ser como Francisco Camps, de quien parece que divulgaban sus medidas por SMS. Las medidas, claro está que le permitían vestir sus trajes con holgura o con cómodos entallados, no las que me temo que vamos a tener que ajustarnos nosotros muy pronto en obligada cura de adelgazamiento.

Pero nos hemos vuelto a quedar como estábamos desde el inicio de la campaña electoral: seguimos sin saber de dónde van a salir los al menos 16.500 euros que asegura Rajoy que va a rebajar como mínimo de los presupuestos generales para rebajar la deuda de las administraciones públicas en 2012 hasta el 4 por 100. Y me temo que la inquietud es aún mayor porque lo único que ha quedado claro de todo el debate de hoy es que el nuevo Gobierno va a subir las pensiones en la misma cuantía que ha subido el IPC. Y eso, que es una buena noticia, significa también algunos cientos de millones de euros más. Una cantidad a la que habrá que añadir las cantidades que le vayan a costar a las arcas públicas las exenciones de impuestos o las subvenciones que también ha anunciado el futuro presidente. O sea, que aunque no soy de ciencias, la cuenta de la vieja sale: 16.500 millones de euros de rebaja de deuda+ coste de subida de las pensiones+ más exenciones y subvenciones aprobadas = a cerca de 20.000 millones de euros.

Las únicas aclaraciones arrancadas a Rajoy por el frustrado reportero Rubalcaba son que el nuevo Gobierno va a tocar a la baja todas las partidas  salvo las pensiones y que no piensa subir un solo impuesto. Seguimos sin saber. Y digo yo que ya está bien de tanto discurso de sangre, sudor y lágrimas sin que sepamos de una vez por todas cuáles son los sacrificios que nos van a exigir para cumplir nuestro papel en drama tan sombrío. Y yo creo que esa era la exigencia ineludible con la que tenía que cumplir Mariano Rajoy en la solemnidad de este discurso de investidura. Pero nada de nada. Habrá que seguir esperando para conocer los sacrificios que nos tocan. Incluso hasta el mes de marzo de 2012 cuando elabore los presupuestos. Y no sé si estarás conmigo, jefe Jaúregui, pero hoy era el día para obligado para detallar nuestro futuro porque el personal  lleva ya meses sin saber que significará de verdad para sus vidas el que haya ganado el PP, incluidos muchos millones de sus votantes. Y ya está bien de que no nos den respuestas, ¿no?
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