Yo, que soy socialdemócrata y jacobino, me he sentido amparado por el discurso del presidente (sí, presidente) Mariano Rajoy. Es como si hubiera leído mis columnas políticas (perdón por esto, pero ahí está lo escrito). Por supuesto, su visión es de derechas, pero no tan de derechas como para no poder compartir gran parte de lo que ha anunciado. Ojalá el gobierno que designe se muestre en los nombres coherente con lo afirmado.
Ah, y que nos van a dar... bueno, pues eso, sangre, sudor y lágrimas.
Ya era hora. Vamos a modernizar el país, vamos a remozar la educación y, veladamente, vamos a recuperar la sanidad como competencia paras el estado. Vamos a volver a la cultura del esfuerzo y el premio en función del esfuerzo y vamos a apostar por Latinoamerica y por Europa.
Ya era hora. Vamos a tener una ley de transparencia y una justicia que sea, de verdad, un servicio público que sirva a la ciudadanía. Vamos a tener un solo sistema informático integrado y, quién sabe, puede que hasta conectado con Hacienda y con la policía y con Interior.
Ya era hora. Vamos a tener un ministerio de agricultura que apueste por uno de nuestros activos primordiales y más rentables y vamos a sentar en Europa las bases de aquello en lo que somos buenos de verdad.
Ya era hora. Vamos a modernizar y reformar el disparatado sistema universitario que arrastramos desde los tiempos del Café para Todos.
Ya era hora. Vamos a tener una administración profesional y meritocrática, sin duplicidades y al servicio de la ciudadanía.
Ya era hora, coño, ya era hora. No sé todavía cómo lo va a hacer (la estrategia) ni con qué medios ni en qué plazos (el plan de acción) pero sí sé que los objetivos son los adecuados.
¿Qué va a ser doloroso? Del carajo. Solo había que ver las caras de
Cayo Lara en el hemiciclo y de algún sindicalista en la tribuna: estaban a punto de llorar.
La cara de
Rubalcaba, hablando de visajes, lo decía con claridad: "Un buen discurso el de Mariano". Lo mismo parecían pensar el ministro
Gabilondo y la ministra
Garmendia. Bueno y también estaba
Pajín con su careto dintelestuá... de no entender nada de lo que se estaba hablando. Pues que se lo explique su "cónyugue" y, sí puede, que se lo dé bien escribido. Menos mal que nos libramos de esta señora que tanto mal ha hecho, con su inepcia, a la causa del feminismo.
El ministro de trabajo también mostró su cara de preocupación cuando
Rajoy anunció que se nos viene encima el despido libre (estoy en contra, que conste) y el ministro Sebastián pareció asentir cuando Rajoy, veladamente, nos indicó que hay que bajar el coste energético y racionalizar el suministro lo que, inequívocamente, apunta a que tendremos energía nuclear pa' aburrir.
Bueno, veremos qué contestan nuestros próceres de la oposición porque a mí me ha parecido que
Duran i Lleida estaba de acuerdo en todo (aunque parecía la esfinge) y espero que en las réplicas y dúplicas nos enteremos de la gran ausente de hoy: la política autonómica.
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