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Se extinguió don Manuel

Se extinguió don Manuel

lunes 16 de enero de 2012, 08:44h
Los diarios de este lunes, que recogen amplísimamente la noticia del fallecimiento de Manuel Fraga, no tienen certeza total sobre la edad de su muerte: ¿89 ó 90? También redondean muchos que don Manuel permaneció nada menos que sesenta años "de pasión por el poder", o por lo menos, en la política española activa, y muy activa. Algunos diarios se vieron forzados a hacer una segunda edición para destacar "la noticia del día" y las innumerables reacciones que ha suscitado en la clase política. Otros diarios, como El Mundo, han publicado un cuadernillo especial dedicado al personaje y su espectacular trayectoria vital y política. En casi todos hay valoraciones de esa vida intensa, y muchos elogios al personaje. El presidente de honor y fundador del PP venía apagándose en el último mes. Sus apariciones públicas habían ido escaseando, y su voz se quebraba, en las más recientes declaraciones. Fraga pasará a la historia como hombre de Estado, ha dicho otro de los "padres de la Constitución", Peces Barba, y Santiago Carrillo tampoco ha dudado en elogiar a don Manuel y su "talento para adaptarse". Ambos, Carrillo y Fraga, protagonizaron en el Siglo XXI una escena de aparición conjunta, de lo que pretendió la transición: aproximar a los españoles de cualquier bando. Doctor en Derecho y en Ciencias Políticas y Económicas, letrado del Estado, uno de los más jóvenes catedráticos de la España de nuestro tiempo, Fraga fue embajador en Londres, ministro de Información y Turismo con Franco, personaje que estuvo en las listas de perseguidos por ETA, y, entre muchas cosas más, el bañista en las aguas donde cayó la bomba de Palomares ... Hasta el pasado mees de noviembre, Fraga fue senador., y ya abandonó formalmente la política en esta legislatura, cuando su estado de salud se advertía severamente quebrada.  Manuel Fraga era, para muchísimos políticos o españoles de a pie, era, sencillamente,  "don Manuel", benemérito personaje por tantas cosas, y en particular, personaje clave entre la dictadura y la democracia, (El País), y en la democracia misma, y "uno de los políticos de mayor trayectoria en España (El Mundo), de quien Mariano Rajoy ha querido recordar "su amor a España y su pasión por la libertad". Precisamente Rajoy, en su primer acto de partido ya como jefe del Gobierno, tuvo hacia Fraga un recuerdo el pasado sábado. Rajoy alcanzó a ser lo que Fraga intentó durante años, ser jefe del gobierno español. En cambio, presidió el Gobierno autonómico gallego durante varios mandatos, y sólo el acuerdo ent5re socialistas y Bloque Gallego lo desalojó de aquel asiento de poder que tato le complacía.  También ha tenido, y ha guardado, voces hostiles, como la de algún político vasco, que esta misma mañana ha recordado que "hizo mucho daño a Euskadi"...

Hubo también, en efecto, un Manuel Fraga "ogro" y feroz, y somos unos cuantos los periodistas a quienes asustó en alguna entrevista: "Señor Cavero, si sigue usted haciendo preguntas impertinentes, me veré obligado a echarlo del despacho", me dijo una mañana en su despacho de catedrático,  cuando se preparaba para encabezar una asociación política, la de los llamados "siete magníficos", que, andando el tiempo, se transformaría en AP y en PP.  Yo me había limitado a preguntarle si él pretendía ser "el primus inter pares", en aquella formación de la que también formaban parte Martínez Esteruelas, Licinio de la Fuente, Federico Silva... Aquellos "siete magníficos" iniciales sirvieron a Fraga para avanzar en el centro derecha y constitución, primero, Alianza Popular, y más tarde, el PP que hoy conocemos, y que ha tenido, tras él, a otros dos dirigentes, Aznar y Rajoy. Los dos consiguieron lo que Fraga no obtuvo: La presidencia del Gobierno de la Nación.  Nadie duda, a estas alturas, que el gran mérito de Fraga fue situar en el centroderecha a toda una generación de españoles que, de otro modo, pudieron haber permanecido en la derecha extrema y en el franquismo residual. Al propio Fraga se le ha recordado, de vez en cuando, que firmó alguna de las condenas a muerte de la época final de Francisco Franco, "Caudillo" de España, de cuyo gobierno Fraga formó parte. Pero ésas son viejísimas historias que ahora se resucitan, como el traje de baño de Palomares o su inveterada afición a la caza, -su primer despacho estaba decorado con  los cuernos de muchos de los rebecos que fueron sus víctimas-, o con el episodio de la muerte de un urogallo, o el Fraga de "la calle es mía".... El Fraga "de toda la vida" es, también, un Fraga de la reconciliación nacional, extraordinario trabajador, ameno, "que tenía todo el Estado en su cabeza", "al que funcionaba más rápido el cerebro que la palabra", como ha sido definido por querer hablar a mayor velocidad de la que le era posible..., un Fraga respetado, admirado y querido por los suyos, que no dudan de que tuvo un  papel extraordinariamente importante en la historia reciente de España, particularmente por su aportación a la Constitución española vigente.

Muchos Fragas que hoy se rememoran, casi siempre con respeto. Descanse en paz el viejo cazador.
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