El gobierno de Sarkozy se pone 'medallas' por reducir la inmigración equiparándola a la delincuencia

Durante el pasado año, Guéant puso en práctica el denominado "Nuevo Método", que ha arrojado algunos resultados inquietantes. Por ejemplo, se han restringido las posibilidades de que los estudiantes extranjeros puedan permanecer en Francia para la obtención de su primera experiencia laboral. El ministro también ha dado cifras concretas. Se han reducido las naturalizaciones en un 30%, y la expedición de permisos de residencia un 4%. En cuanto a los inmigrantes ilegales, se han incrementado las expulsiones a 33.000 frente a las 28.000 del año 2010.

De momento, los ciudadanos de la UE están menos expuestos a las "Nuevas Medidas", gracias al principio comunitario de la libre circulación de personas. No obstante, hay algunos precedentes que conducen a dudar acerca de que Francia esté respetando este principio escrupulosamente, como la expulsión de los gitanos rumanos durante el verano de 2010. Tampoco debe olvidarse que Sarkozy y Berlusconi propusieron reformar la legislación relativa al espacio Schengen ante la crisis de refugiados tunecinos tras las revueltas de la primavera árabe.

Las últimas encuestas electorales sitúan a la Unión por un Movimiento Popular, el partido de Sarkozy, en un discreto segundo puesto tras el Partido Socialista. Con estas políticas de inmigración, el partido gobernante pretende contar con las simpatías de los votantes del Front National, de extrema derecha, que va ganando terreno en las encuestas, con casi un 17% de las intenciones de voto. Además, en los últimos días, el barómetro del TNS Sofres (una entidad encargada de elaborar estudios de opinión), ha revelado que casi un tercio de los franceses se adhieren a las ideas de este partido, encabezado por la hija de Jean-Marie Le Pen. 

Guéant se ha mostrado profundamente satisfecho con las cifras sobre la inmigración de 2011. Prueba de ello es que ha anunciado las cifras antes de lo previsto con carácter oficial, que suele ser en primavera. Esta semana ha culpado a la población inmigrante del incremento de la criminalidad en los pasados meses, lo que le ha servido para justificar que continuará endureciendo la política de inmigración, algo que ha calificado de "auténtico progreso".


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