Minijobs, la parte contratante de la primera parte

El tema es de una complejidad tremenda, con independencia de la perspectiva que se adopte para acercarse a él. En cualquier caso lo que define es la podredumbre de la sociedad, a la que quien más contribuye son aquéllos que fueron elegidos para liderarla y organizarla, sus gobernantes. Se sorprendían los políticos hace algún tiempo en mi Comunidad Autónoma, de que notaban una percepción negativa sobre ellos por parte de la sociedad. Cómo no? En estos momentos, y como consecuencia de políticas nefastas a cargo de gente (gentuza) nefasta, en una propórción apreciable analfabetos funcionales de cualquier pelaje político, desde la extrema izquierda hasta la extrema derecha (que las hay), el país va a la deriva y no (sólo) por culpa de la llamada crisis global. Va a la deriva porque los sucesivos gobiernos, desde después de la transición del Sr. Suárez, han optado por el aprovechamiento individual y partidista. Se confirmó con el ejecutivo del Sr. González, quien institucionalizó la corrupción en democracia, para que no se dijese de Franco. Lo continuó el desgraciado ejecutivo(s) del Sr. Aznar, quien por sus delirios (más que ansias) de grandeza, nos embarcó en proyectos que nos llevaron al ridículo internacional de más calibre que ha sufrido este país. Por las ansias de quien no habla nada de nada y ahora se jacta de dar conferencias en un inglés que ha arrancado hace cuatro días de una academia barata. Y se ha confirmado en los recientes y nefastos días del Sr. Rodríguez Zapatero, quien ha demostrado con claridad que se puede hacer peor que con las dos desgraciadas opciones previas. Esto es lo que hay a nivel estatal. Y en las CCAA (en todas, sin excepción), mucho peor como sabe cualquiera. El país va a la deriva porque las instituciones están podridas. El país va a la deriva porque sus gobernantes lo están aún más. El país va a la deriva porque un partido acaba de ganar una elecciones generales sin programa, como respuesta del electorado a un desastre de un partído político que ha contribuido a hundir al país en la miseria. El país va a la deriva porque el voto de castigo nunca ha sido positivo, sino que siempre ha restado. El país va a la deriva porque quien ganó las elecciones sin programa tiene patente de corso para seguir enganando, que es lo que seguirá haciendo y porque la situación le permite enganar e improvisar. Y el país va a la deriva porque todo se basa en el guindo organizado, como nuestra desastrosa historia reciente nos ha demostrado. Y el país va a la deriva porque el partido en el gobierno, el que ha ganado sin programa (y, por cierto, sin líder, ya que si alguien identifica a quien está al frente como líder, debería ir al diccionario de la RAE a refrescar conceptos) arrastra su basura ya que el ejemplo de tener imputados, en el banquillo, a dos expresidentes autonómicos miembros (quizás ya ex) de ese partido, no permiten al ciudadano normal quedarse tranquilo ya que todo ésto se puede repetir y se repite. Este no es un hecho exclusivo del partido que ahora ha sido encargado por el electorado para llevar las riendas de un país en bancarrota, sin proyecto, sin líder y sin futuro. El Sr. González, para el que no lo recuerde, sacrificó no uno sino dos Vicepresidentes del Gobierno y varios altos cargos (alguno muy alto), para que le cubriesen el nombre en una época dorada de la corrupción que él institucionalizó. Y el resto de partidos estatales y autonómicos tienen (todos), ejemplos similares en su seno. Es decir, Sr. Pascua, que los minijobs no son más que una anécdota, triste y lamentable, en medio de un océano de basura que crece de forma exponencial cada día y que amenaza con hacerse más grande que los grandes sumideros de los residuos como los grandes estercoleros de Manila, Yakarta, Mexico o cualquiera de las aglomeraciones humanas del globo cuyas dimensiones hacen muy difícil el tratamiento de la mierda (palabra, por cierto, admitida por la RAE y utilizada con profusión su obra por uno de nuestros muy escasos Premios Nobel). Nuestro futuro inmediato y a medio plazo se concreta en la confirmación de una deriva que nos dejará al pairo sin esperanzas de reconducir nuestro rumbo. Nuestro futuro se concreta en la profusión, como en el pasado y en nuestro corto presente azul, de decisiones excrementales basadas en análisis zafios, sesgados y realizados por incompetentes y analfabetos, que por edad y dedicación política nunca contribuyeron al estado al haber medrado todas sus vidas en los engranajes más o menos mal engrasados, de unos partidos a cuyas cúpulas lo que menos les interesan son sus afiliados y, por ende, el resto de ciudadanos. Estamos en manos de politicastros que nunca contribuyeron al estado que les crió. Estamos en manos de la delincuencia organizada a partir de todos los partidos del arco político, sin excepción alguna. Los minijobs son la expresión más cruda y descarnada de una sociedad manejada por impresentables y prevaricadores, donde la podredumbre del Poder Ejecutivo, del Poder Legislativo y del Poder Judicial (véase el espectáculo actual, transmitido en directo por cualquier cadena de TV) es la norma, no la excepción. De éllos es posible que los peores sean los propios sindicalistas, eufemísticamente llamados agentes sociales. Recuerden Uds. el dantesco espectáculo de dos ladronzuelos (ni siquieran llegan a la categoría de pícaros del gran Francisco Gómez de Quevedo y Villegas, gloria patria donde las haya, de verdad y no como la basura circulante) al mando de las dos formaciones sindicales más potentes de este denostado país, que se acercaron a desayunar a La Moncloa (pagando nosotros) y que salieron después cada uno con 14 millones de euros bajo el brazo, permitiéndose el lujo posteriormente de convocar una huelga general para 6 meses después! Nadie en su sano juicio puede entender esa actitud más que desde dentro de la corrupción absoluta. Los minijobs son el resultado del marasmo en que se encuentra sumido un país en manos de aquéllos que fueron encargados de dirigirlo y que se pasan, han pasado y se pasarán las legislaturas ocupados en la única lucha que interesa a los partidos en el Gobierno y en la Oposición, esto es, la lucha a muerte por el control del Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional cuyos miembros se eligen por cuotas! Y yo en la escuela primaria y luego en la secunaria (o bachillerato) y posteriormente en la Facultad, pensaba que el Poder Judicial era aséptico e independiente (como la prensa, por favor carcajadas...). Así nos va y así nos irá, por mucho que los expertos y sabios nos digan que es lo mismo en otros países llamados democráticos. Al menos en Kazakhstan, Nursultan Nazarbayev lo hace con más gracia y salero... Bien, es lo que hay por ahora, no hay más que un futuro negro. El país está en caida libre en un pozo negro y sin fondo. Cuando lleguemos al final del pozo ya me avisarán. Espero que no me quede atrapado como los desgraciados estos del Costa Concordia. En nuestro caso habr;a que hacer lo mismo, es decir, gritar "sálvese el que pueda", porque el capitán habrá abandonado el barco antes que nadie. Cordialmente,

Esperemos que nuestros minipoliticos y minigobernantes ensamblen sus minineuronas cerebralesle y, por una vez, le echen minihuevos (con esto me contentaría) para ver si salimos de esta macrocrisis.

No se me había ocurrido que esto es así. he visitado las webs que indica ud y hasta he enviado una solicitud a un currete en Berlín. El problema es ke no me fio de los españoles ke mandan y acabaran por convertirnos en currichinos muchas horas poco sueldo ningun derecho. gracias por este articulo, de verdad. llevo en paro 3 años y irme a berlín a trabajar en un mercado de abastos en inglés hasta es una experiencia a mis 31 años.

Queremos copiar lo menos malo de otros convirtiéndolo en lo peorcito. Ahora el vice de la CEOE, dice que la reforma laboral buena, buena es la de Portugal.

@ Pascua: AMÉN!!!