Los retos del ministro Brey

     Hace unos días, elogiábamos la intención del nuevo ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, de terminar con la plaga de textos y planes educativos distintos en cada comunidad autónoma, y de su decisión de unificar en todo el territorio nacional unas bases didácticas para entender la historia común de los españoles..., del mismo modo que el teorema de Pitágoras es el mismo en Cataluña que en Galicia..., y que Carlos V también deba ser el mismo personaje histórico para un escolar aragonés que para un estudiante andaluz.

     No nos arrepentimos de ese elogio, puesto que aquí estamos para reconocer lo bueno que hagan los políticos, para estimularlos a lo mejor y para censurar sus equivocaciones... Y uno de esos errores es el del mismo ministro, el de José Ignacio Wert, quien ayer anunció que iba a cambiar la polémica asignatura "Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos", promovida por los socialistas, por otra que se llamará "Educación Cívica y Constitucional"... El ministro ha puesto muy fácil la crítica: viene a decir que la "Educación para la Ciudadanía" es socialista, es de la izquierda sectaria, mientras que la asignatura que él propone, bajo el pomposo nombre de "Educación Cívica y Constitucional", es más neutral, más eficiente, más adecuada y más objetiva para figurar entre los textos de los cachorros de las aulas españolas...

    Volvemos a tropezar en la misma piedra, y en contra de las primeras intenciones del ministro José Ignacio Wert... Y esa misma piedra consiste en que cada Gobierno se obstina en dejar su huella en los planes de estudio, que deberían estar por encima..., que deberían volar más alto de la ideología o de los intereses de quienes lleven el timón del Poder Ejecutivo.

    Si hay una convicción, avalada por los expertos en educación y pedagogía, de que los jóvenes españoles deben aprender a convivir..., a respetar a los demás..., a fomentar los valores democráticos..., a estar orgullosos de ser españoles..., a saber que la vida necesita esfuerzo y sacrificio..., a ser conscientes de que el mundo no surge cuando ellos nacen (sino que es una larga historia y un duro aprendizaje)..., y a que no valen trampas..., y a que la oferta de los paraísos artificiales de la droga es nociva..., y a que hay que aceptar a los que no piensan como nosotros..., y a que hay que respetar a los padres y a los abuelos..., y a que hay que someterse al imperio constitucional de las leyes..., si somos conscientes de todo eso... ¿a qué viene cambiar de nombre o de contenidos o de libros de texto a una asignatura que es de todos y para todos?

     Señor ministro: a veces algunos piensan que es necesario cambiarlo todo para que nada cambie. Mejor, José Ignacio Wert, poner en práctica lo bueno, llámese como se llame, y haya nacido donde haya nacido..., y abandonar la vieja manía de introducir cambios innecesarios, y de querer inventar lo que ya está inventado....