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Además,defienden "la independencia y el socialismo"

Los etarras no se arrepienten, ensalzan su orgullo de pertenencia a la banda

Los etarras no se arrepienten, ensalzan su orgullo de pertenencia a la banda

martes 20 de marzo de 2012, 16:59h
El etarra Jon Kepa Preciado ha defendido "la independencia y el socialismo" durante un juicio que se ha celebrado en la Audiencia Nacional por el atentado con coche-bomba que se produjo el 22 de junio de 2002 en Santander. "¡Jo ta ke independentzia eta socialismoa lortu arte! (¡Dale duro hasta la independencia y el socialismo!)", ha proclamado.
El fiscal Pedro Martínez Torrijos ha elevado a definitiva su petición de 20 años de cárcel para Preciado y el también etarra Jon González y de 26 años para Idoia Mendizabal por colocar un coche-bomba en la calle Vargas de la capital cántabra, frente al edificio de los Nuevos Ministerios, que provocó heridas a seis personas.

Al igual que en juicios anteriores, Mendizabal ha aprovechado su comparecencia ante los jueces del tribunal para negar su "legitimidad" y mostrarse "orgullosa" de su pertenencia a ETA. González, por su parte, ha dicho que durante su "militancia" en la banda nunca tuvo nada que ver con los 'comandos Jata y Olaia', con los que el fiscal le relaciona.

El representante del Ministerio Público ha mantenido en su informe que la acción terrorista fue "preparada" por el 'comando Olaia', que entonces Mendizabal integraba junto a Hodei Galarraga y Egoitz Gurrutxaga, y "llevada a cabo" por los integrantes del 'talde Jata', en el que se habrían integrado los otros dos acusados.


Pruebas contra los acusados

En el caso de Mendizabal, el fiscal ha defendido que la principal prueba que le implica y por la que ya ha sido condenada en otros procedimientos es la cinta de una máquina de escribir hallada en un piso de Amorebieta (Vizcaya) que utilizó para cuenta a la dirección de la banda de las actividades del 'comando Olaia'.

El etarra Gorka Martínez Arcarazo, que alquiló ese piso y una lonja en Galdakao en la que se guardaron armas y explosivos, ha señalado que la declaración ante la Ertzaintza en la que reconocía a los miembros del 'comando Olaia' --del que formaron parte en una etapa inicial Garikoitz Aspiazu, 'Txeroki', y Asier Arzallus-- fue realizada "bajo torturas y malos tratos". "Todo eso es una novela", ha señalado en el juicio.

En relación con los otros dos acusados, ha señalado que en los papeles incautados al jefe militar de ETA Ibon Fernández de Iradi, 'Susper', tras su detención en Tarbes (Francia) en diciembre de 2002, se describía el atentado con detalle y se reveleba que el 'comando Olaia', integrado por tres personas, contaba con dos 'taldes' de apoyo: el 'Jata', formado por dos integrantes, y el 'Urbasa', en el que se integraban otros tres.

Un experto en análisis policial del Cuerpo Nacional de Policía que ha declarado como perito ha explicado que los dos miembros del 'Jata' eran González y Preciado porque 'Susper' los identificaba como las dos personas que huyeron de una operación contra la 'kale borroka' llevada a cabo en la orilla izquierda del Nervión en octubre de 2002.

El tribunal, formado por Manuela Fernández de Prado, Ramón Sáez y Javier Martínez Lázaro, ha rechazado la inclusión de un informe pericial sobre la pertenencia de los dos acusados a este 'talde' de apoyo argumentando que contienen "elementos fácticos totalmente nuevos y no sometidos a contradicción", lo que podría causar "indefensión" a los etarras.

Daños materiales
Los tres etarras están acusados por seis faltas de lesiones y estragos terroristas, mientras que a Mendizabal el Ministerio Fiscal también le atribuye el robo de un vehículo y la falsificación de documentos oficiales.

El coche-bomba fue cargado con 30 kilos de explosivo. Los terroristas realizaron dos llamadas de aviso sobre las 14.10 horas del 22 de junio de aquel año al diario 'Gara' y a la DYA de San Sebastián advirtiendo de la explosión, que provocó cuantiosos daños materiales y heridas a seis personas. El 5 de julio de 2002, el atentado fue reivindicado por la banda terrorista ETA a través del diario Gara.

Hodei Galarraga y Egoitz Gurrutxaga fallecieron en septiembre de 2002 cuando les estalló un artefacto que transportaban en el vehículo que conducían por el centro de Bilbao.
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