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Paseando con frau Merkel

domingo 20 de mayo de 2012, 21:05h
La canciller alemana ha aprovechado la cumbre de la OTAN para invitar al presidente del Gobierno a un paseo por el rio Chicago, que no se había vestido de verde tal y como hace cuando los irlandeses festejan a san Patricio. Como si se tratara de una buena pareja de amigos en un soleado fin de semana. Angela Merkel quería explicarle a Mariano Rajoy el doble objetivo de los "enviados especiales" que van a llegar a España en esta semana: por un lado van a revisar las cuentas de las Comunidades autónomas tras los últimos descubrimientos en Andalucía, Asturias, Madrid y Valencia, durante la cumbre convocada por el ministro Montoro y su equipo; y por otro van a analizar la situación de la banca española tras la nacionalización de la matriz de Bankia y los datos que el ministro De Guindos proporcionó al responsable del Banco Central Europeo en un viaje relámpago a Roma. Al mismo tiempo buscaba restablecer su cada vez más deteriorada imagen entre sus compatriotas tras el desastre electoral de su partido en los comicios de la región de Renania - Westfalia.

Antes de navegar por el lago que embellece la ciudad de Chicago, Rajoy no dudó en llevarle la contraria al nuevo presidente francés acerca de las declaraciones de Hollande sobre las necesidades de la banca española, en lo que podemos calificar como una toma de posición antes de la primera  reunión que mantendrán los dos dirigentes de forma directa; y en afirmar que con su presencia en la cumbre de la OTAN y aprovechando la reunión del G-8 lo que buscaba era que nuestro país participara de forma directa en la toma de decisiones en Europa para la recuperación económica. Algo que hoy por hoy, y salvo que consiga una "invitación personal" de Merkel, no está al alcance de España si vemos que tres de los asistentes a la cumbre como son la propia Merkel, Hollande y el italiano Monti ya han acordado celebrar una reunión en Roma antes del 17 de junio, tal vez para marcar una nueva agenda que pueda influir en la nueva convocatoria electoral en Grecia, y en las elecciones parlamentarias francesas.

Los equilibrios en Europa están cambiando tras la salida de Nicolás Sarkozy del poder y pueden hacerlo aún más si finalmente Grecia sale del euro tras la más que posible victoria de la Syriza de Tsiparis, contrario a los acuerdos que llevaron a la intervención, y que ha hecho de la oposición a los mismos su principal bandera electoral. Una bandera que le llevó a convertirse en la segunda fuerza electoral por delante del PASOK, y que puede llevarle a vencer a la gubernamental Nueva Democracia. En ese contexto y tras los draconianos recortes que están haciendo Rajoy y su gobierno, el cambio de rumbo para darle un mayor protagonismo al crecimiento en lugar del férreo control del déficit y el pacto fiscal en toda la UE - al que se opone Francia -  debería llevar al Ejecutivo español a aprovecharlo y trasladar a los ciudadanos unas dosis de esperanza, por pequeñas que sean.

Hasta el 17 de junio,  fecha en que se celebrará la segunda vuelta de las legislativas francesas y los nuevos comicios griegos, el calendario político vuelve a ser muy duro para España, tanto en lo político como en lo económico. A la espera de lo que hagan los mercados tras la doble cumbre en Chicago, y de lo que se acuerde en Bruselas el próximo miércoles, nuestro país tiene que "tratar" con los enviados especiales que van a revisar las finanzas públicas, dejando a un lado las opiniones de los Ministerios de Economía y Hacienda, del Banco de España, de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, de cada uno de los bancos de nuestro sistema financiero..."no nos fiamos de nada, ni de nadie", vienen a decirnos. Y todos callados y con la cabeza baja.



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