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Es mejor gastar en armamento que en cooperación

Es mejor gastar en armamento que en cooperación

viernes 01 de junio de 2012, 09:28h
¿En qué se diferencian los españoles de los anglosajones?, nos preguntaba Ramón Trías Fargas, el fallecido político catalán de Convergencia en un viaje a Brujas en los años ochenta. "Muy sencillo. En que les invitan a una recepción o a una casa y los anglosajones no se despiden y se van y los españoles se despiden y no se van". La anécdota se la recordé a Diego López Garrido presente en aquel viaje, ex secretario de estado para la Unión Europea con Moratinos el pasado lunes. Le pregunté si pensaba escribir algún libro con sus experiencias en el tiovivo europeo y si creía que Europa tendría futuro si los estados miembros no ceden soberanía. Me contestó que lo estaba escribiendo y que efectivamente, el nudo gordiano de esta cataléptica Europa es el egoísmo y el "nacionalismo" de los estados miembros aunque le veía a Alemania más generosa en lo político y más remisa en lo económico, al revés que Francia, más valiente en la creación de una Europa sólida en lo económico pero pacata en lo institucional ya que les pesa muchísimo "la grandeur de la France". En medio nosotros, que ya en 1962, logramos introducir en aquel comunicado aprobado por toda la oposición española en Munich el reconocimiento de las "realidades naturales", en otras palabras, Catalunya y Euzkadi, pues en aquella reunión no había Esperanzas Aguirres ni Joaquines Leguinas reivindicando la autonomía madrileña. Allí se pedía que Franco no entrara en Europa mientras no hubiera democracia en la piel de toro. La dictadura le llamó el Contubernio de Munich y en los actos organizados, se nos ha ignorado a vascos y catalanes. Invitado a aplaudir, no fui. Ya está bien.
 
Con López Garrido volvía de Tallin, capital de Estonia, de la Asamblea Parlamentaria de la Otan. Estonia es un pequeño país de millón y medio de habitantes, miembro de la Unión Europea y de la Otan y que logró en 1991 volver a ser independiente tras sacudirse a la Unión Soviética e impedirles a los rusos votar en sus elecciones. Y como su obsesión es el oso ruso, no hacían más que pedirles a los países de la OTAN que organizaran maniobras militares disuasorias cada cierto tiempo. Al poder hay que visualizarlo porque lo demás siempre hay algún fanático que le da por invadir al pobre o condicionarle su vida. Y, lógicamente, ellos con un ejército de siete mil soldados, como la Ertzantza, pero sin los 7063 policías y guardias civiles destacados en Euzkadi  y aunque tienen 140 soldados desplegados en Afganistán, no están para muchos trotes.
 
Sería largo resumir de qué se habló en estos tres días donde acudí  el viernes 25 tras la victoria rojiblanca en las calles de Madrid, no así en el campo. Y en dichas reuniones se trataron muchas cosas, entre otras de la operación Atalanta que protege a nuestros pesqueros en el Índico y de la necesidad de actuar en tierra. Pero lo que más me gustó, y no por no saberlo, fue la intervención de un parlamentario alemán que se quejó de un apartado al que denominan la "defensa inteligente" y que consiste fundamentalmente en la complementariedad y en la especialización de los distintos ejércitos. "¿Qué quiere decir este nombre absurdo -decía- que la anterior defensa era tonta?. Pues tonto es que a estas alturas del siglo XXI haya 27 ejércitos bonsais cada uno con su día de las Fuerzas Armadas (y con la cabra pensé yo), con sus tanques, sus aviones de combate, sus buques y sus radares. ¿Para cuándo una defensa europea como el ejército norteamericano o el chino?" bramaba con razón el europeísta alemán convenido además que se ahorrarían millonarios costos y Europa sería más eficaz en todo.
 
No debe opinar así Morenés ni el diario ABC que éste domingo nos tranquilizaban con este titular: "Defensa rectifica e incluye al País Vasco en los actos del día de las Fuerzas Armadas". Al parecer se habían olvidado de nosotros (seguramente porque cada dos por tres nos organizan maniobras militares) y habíamos sido la única comunidad sin actos de las Fuerzas Armadas y han decidido hacer en la Base de Araca, en Gasteiz, su gran día. De Araca me dijo Bono cuando era ministro, que lo tienen allí muerto de risa, pero siempre preparado por si a los vascos se les ocurre hacer "alguna travesura".
 

Carta de Aguirre e Irujo

El embajador español en Estonia es el donostiarra Álvaro de la Riva Guzmán de Frutos. El último día, tuvo la deferencia de entregarme tres fotocopias de dos cartas del lehendakari Aguirre y una de D. Manuel de Irujo dirigidas a Fernando Careaga, primer esposo de su madre.
 
La primera carta es de Fernando Careaga y está fechada en diciembre de 1937. Había leído que Aguirre e Irujo habían sufrido un accidente de coche y le daba cuenta de un viaje hecho a Tallin (Estonia) ya que le iban a encargar asimismo la representación en Estonia desde Finlandia. Le decía al Lehendakari que "teníamos un ambiente muy hostil porque se nos veía al servicio de Moscú", y Careaga se comprometía a desvanecer esa impresión, deseando que los comunistas dejaran el gobierno de la República. Le pedía un retrato al Lehendakari para ponerlo en la Legación y le mandaba mil francos para el Gobierno Vasco.
 
Aguirre le respondía desde su despacho de la Av. Marceau agradeciéndole el talón, mandándole la fotografía y diciéndole que del accidente él estaba bien, aunque a Irujo se le había roto el brazo. Era fundamentalmente una carta de agradecimiento. En la tercera carta, el lehendakari le agradecía la felicitación por el nacimiento de su hijo Joseba y le preguntaba sobre un informe del coronel Beck que proponía establecer un cordón de estados tapones desde el Báltico al Mar Negro.
 
En la carta de Irujo éste le agradece le dé ánimos pues el tipo de cartas que recibía el ministro eran relativas a canjes, penas de muerte para indultar, culto etc.
 
En junio de 1938 la República se batía en retirada e Irujo constataba lo poco que el mundo sabía de lo que estaba pasando. "No me sorprende que gentes de ahí sepan poco. Es frecuente encontrarse en el mundo a quien no sabe nada de nada. Hay seres beatíficos que no tienen más ley que su egoísmo y el número de esos seres es como el de los necios en el Evangelio". Al final de la carta le sugería pidiera como destino la embajada en El Vaticano y que él hablaría con Álvarez del Vayo para lograrlo.
 
Estas cartas las entregaré en la Fundación para su consulta. De esta etapa sabemos relativamente poco y eso que en el Aberri Eguna de abril de 1933, celebrado en Donostia, bajo el epígrafe "Euzkadi, Europa" acudió Ewal Ammende, un estonio que era el secretario de Minorías Nacionales de la Sociedad de Naciones y que había visitado Euzkadi varias veces, hablando ese día a los abertzales congregados junto a Monzón y al propio Aguirre. Por eso he agradecido estas cartas de tiempos de persecución.
 

Se cargan el presupuesto de cooperación

Compareció en el Senado el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García Margallo. Y no se le movió un pelo cuando nos dijo que había reducido el presupuesto de cooperación de su ministerio en un 75%. Lo explicaba acusando a la crisis de semejante recorte, pero lo asumía como un hecho lógico y sin posibilidad de réplica.
 
Ante eso y su imperturbabilidad, le preguntamos por qué lo asumía con semejante resignación y sin embargo su gobierno seguía manteniendo presupuestos millonarios manteniendo tropas españolas en Afganistán, siendo España un país que no podía soportar semejante gasto viviendo semejante crisis de caballo y con semejante déficit y si de recortar se trataba, por qué no se les decía a las tropas que volvieran y ese dinero se destinaba a Cooperación.
 
Su respuesta fue contundente. "El principio básico que mantengo y del que no pienso abdicar es la lealtad con nuestros aliados. Entramos juntos y saldremos juntos".
 
Mientras el presidente Hollande, con toda su Francia por detrás y sin encomendarse al tío Sam, anuncia que en diciembre las tropas francesas estarán en casa, el gobierno del PP fía la suerte de las mismas a lo que decida Obama, y, éste lo hará en función de sus intereses electorales, sin consultar al gobierno alfombra que dice en Madrid eso tan bonito "entramos juntos, salimos juntos". Como en West Side Story. Y, mien­tras, toda la política de ayuda al desarrollo, todos los planes en marcha, quedan suspendidos porque no hay un euro para eso. Sí para Afganistán.
 
Nosotros le recordamos al ministro que eso de entrar juntos y salir juntos suena muy bien pero en Haití, se entró juntos, pero salimos los primeros. Y que no estaría mal repetir la operación porque a España ya no le llega la camisa al cuello. Pero él, que es un buen hidalgo español, repitió que mantiene sus coordenadas.
 
Ya lo decía Trias Fargas: "los anglosajones, no se despiden y se van. Los españoles se despiden y no se van". Y así les luce el pelo.
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