Nadie duda de las buenas
formas humanas y parlamentarias de
Marcelino Iglesias, expresidente de Aragón y
exsecretario de Organización del PSOE y portavoz -y el que más manda, en
teoría- en el Grupo Parlamentario Socialista en el Senado. Sin embargo, la
'
gracieta' del novato senador por Castilla y León
Iban García de entregarle en una bolsa
un casco minero a
Rajoy y su consiguiente 'retención' por una escolta del
presidente del Gobierno le ha colocado ante una imagen en el espejo que, sin
embargo, no es la suya.
Sorprendió por tanto que
Iglesias cediera sus habituales buenas formas parlamentarias y, en vez de echar
tierra sobre tan enojoso asunto, iniciara una relación epistolar con el
presidente del Senado,
Pío García-Escudero, en las que el propio
Iglesias
llevaba las de perder.
Muchos se preguntaron
¿por qué exponerse a perder esa imagen de flexibilidad y buen hacer
parlamentario y caer en la idea -falsa, desde luego- de la radicalidad y acaso
el ridículo? La explicación es que, como el Rey, Iglesias reina pero no
gobierna en su propio grupo: su espuela es el senador
José Miguel Camacho,
secretario general del PSOE en la Cámara Alta.
Todos saben que Camacho, senador
por Toledo y secretario general del PSOE en Talavera de la Reina, es quien
realmente manda en el Grupo en el Senado. Nacido en Pesquera (Cantabria) en
1959, Camacho ejerce como senador por Toledo desde la VII Legislatura (2000),
pero ha sido diputado de las Cortes de Castilla-La Mancha (1995-1997), teniente
de Alcalde Ayuntamiento de Talavera de la Reina (Toledo, 1991-1995) y concejal del
Ayuntamiento de Talavera de la Reina (Toledo, 1995-1999).
Poco que ver el currículo
político de Camacho, un funcionario de la Junta de Comunidades de Castilla-La
Mancha en situación de Servicios Especiales, con el de Iglesias, reconocido
expresidente de Aragón. Pero a veces, donde hay patrón, manda marinero... y a
veces, cuando manda marinero y la mar está en fuerte marejada, los barcos se
hunden.
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Lean la relación epistolar entre Iglesias y García-Escudero a cuenta de la 'gracierta' del senador García