La Comunidad podrá transformar los residuos en energía para 370.000 familias

La estrategia, según explicó el vicepresidente primero y portavoz, Ignacio González, prevé medidas concretas para reducir la producción y fomentar la reutilización, el reciclado y el aprovechamiento energético de los diferentes tipos de residuos que se generan en el territorio regional.

La Comunidad, que invertirá 290 millones hasta 2016, es la primera región que crea un proyecto integral para gestionar todos los residuos de manera coordinada y adecuada, según informa el Ejecutivo regional en un comunicado. Además, entre las iniciativas recogidas en la Estrategia de Residuos del Gobierno regional se prevé ampliar la red de puntos limpios de recogida de residuos para su mejor selección.

La Estrategia de Residuos es una herramienta dirigida a hacer más eficiente la gestión de los desechos mediante la coordinación de nueve planes distintos que prevén medidas concretas para gestionar los residuos urbanos, industriales, aquellos procedentes de la construcción, los de aparatos eléctricos y vehículos en desuso, materiales aislantes, neumáticos fuera de uso, lodos precedentes de depuradoras y descontaminación de suelos.

González señaló que el importante crecimiento socioeconómico de Madrid en los últimos años se está logrando con el mayor grado de protección medioambiental gracias a iniciativas como ésta, que redundará en un aprovechamiento más eficiente de los residuos gracias a las nuevas y modernas infraestructuras de reutilización, reciclado y valorización energética. La gestión eficaz de los residuos urbanos es uno de los pilares fundamentales en los que ha basado su política de desarrollo sostenible el Ejecutivo regional.

La Estrategia de Residuos de la Comunidad de Madrid pretende que todos los residuos que actualmente se gestionan en la región sean reutilizados, reciclados o valorizados en plantas de tratamiento, mejorando así su gestión y aprovechamiento. Este proyecto prevé la puesta en marcha de programas de divulgación y sensibilización ciudadana, el impulso de convenios con el sector empresarial que ayuden a minimizar la producción de residuos, así como el fomento de la investigación y el desarrollo (I+D).

Para cumplir este objetivo el plan prevé incentivar la construcción de plantas de clasificación en los vertederos de residuos urbanos y de residuos procedentes de la construcción y demolición, existentes actualmente en la región, así cómo aquellos complejos de nueva creación. Además, se ampliará la red de puntos limpios de recogida de residuos para su mejor selección.

Asfaltar con neumáticos
Igualmente, se fomentarán la creación de centros de despiece y aprovechamiento de vehículos y aparatos eléctricos en desuso. También se impulsarán convenios con el sector privado para el fomento de la investigación y el desarrollo (I+D) que permita la transformación de los neumáticos fuera de uso en nuevos materiales que facilitarán su reutilización. El aprovechamiento de los neumáticos fuera de uso previstos en 2016 permitiría asfaltar hasta 590 kilómetros de carretera convencional,
a razón de 7.200 neumáticos por cada kilómetro, según los cálculos de la Comunidad.

El plan regional de lodos permitirá mejorar las técnicas de compostaje ya existentes para la creación de abonos orgánicos a partir de los lodos procedentes de las depuradoras, y el plan de descontaminación de suelos ayudará tanto a la prevención de nuevas contaminaciones, como a la agilización de los trabajos de localización y limpieza de este tipo de terrenos. Y respecto a los residuos industriales, el plan prevé medidas para el tratamiento y aprovechamiento energético de un mayor volumen de estos desechos. Aquellos residuos que no pueden ser reutilizados –industriales peligrosos y aislantes- serán eliminados.

La Comunidad ampliará la actual red de 67 puntos limpios de recogida de residuos incentivando la construcción anual de ocho nuevos puntos de recogida durante los próximos años. Los puntos limpios sirven para recoger los materiales contenidos en los residuos urbanos que son susceptibles de un reciclaje directo, consiguiendo con ello un ahorro energético y de materia primas, así como una reducción del volumen de residuos que es necesario tratar o eliminar.

Además, con estos centros se evita el vertido incontrolado de los residuos voluminosos y se separan los residuos generados en los hogares, cuya eliminación conjunta con el resto de residuos puede resultar peligroso.