Lección sin precedentes para la moral de los países del sur de Europa, intervenidos o amenazados, como son los casos de España, Italia y Grecia, que consiguieron algo más que una victoria deportiva este domingo en el Gran Premio de Alemania de Formula 1. Y es que
Fernando Alonso, nuestro piloto español, con la escudería italiana Ferrari y con un diseño de coche de un griego, arrasaron en la carrera y se asientan como líderes del mundial.
Incluso Alonso bromeó con ello en el podio de Hockenheim y manifestó que "es divertido pilotar un coche italiano diseñado por un griego, y está muy bien ganar aquí". Ese mensaje lo lanzó muy premeditadamente y se lo agradecieron miles de europeos hartos de las normas austeras de la alemana
Angela Merkel, que marca las grandes líneas de la economía de la zona euro. Y por cierto que ahí estaba también el Banco Santander: patrocinó toda la carrera, el evento de los premios y el podio. Un banco español que reinó ayer en Alemania pese a que la imagen de la banca española no pueda ser peor ahora...
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Alonso sigue en racha: un poco más líder del Mundial tras ganar el GP de Alemania