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Terrorismo SA

Terrorismo SA

miércoles 29 de agosto de 2012, 08:33h
Terrorismo es lo contrario a democracia y siempre preferiré la más deficiente de las democracias a la mejor de las dictaduras. Ahora, otra vez, la Colombia democrática busca la paz con terroristas. No les gusta el apelativo y muchas personas de respeto me lo dicen. 

Guerrilleros es un epíteto anacrónico que no se corresponde con Colombia. Ni los elenos (ELN), ni los farcos (FARC), ni las AUC ni las Bacrim (bandas criminales), neologismo para denominar a las mafias, pueden ser consideradas más que grupos terroristas. Todos ellos, independientemente de su ideología y armamento, son narcotraficantes de alto nivel (el cartel de Sinaloa tiene a los frentes 15 y 48 de las FARC como principales proveedores de pasta base). En este momento, vergonzosamente, Santoyo, un ex policía y oficial de alto rango, en nómina del brutal terrorista de derechasSalvatore Mancuso (a) el Mono, está siendo juzgado en USA por terrorismo (tras negociar la acusación de narcotráfico). Estos grupos extorsionan, secuestran y asesinan por plata (dinero).

No hay gallardía en lo que hace ninguno de ellos, individual o colectivamente. Violentan niños robándoles sus infancias, enseñándolos a matar y cambiando sus familias por un señor de las moscas armado. La mujer es un objeto sexual, suelen boletear (amenazas serias) a cualquiera y exigen lavacuna (extorsión) a grandes y pequeños comerciantes. Asesinan campesinos, indígenas, pescadores o maestros que no colaboren. Entre ellos se matan si intentan desertar y saben que les perseguirán y a sus familias durante los tiempos del eón hasta cazarlos.

Secuestran a ricos y pobres. Es conocida la reflexión atribuida a (a) Alonso Cano, sanguinario terrorista farcista abatido por el ejército: "cualquier colombiano puede conseguir 500 millones de pesos (250.000 ?): "vende su casa, hipoteca la de su mamá, pide prestado a amigos y parientes y acaban consiguiendo mínimo 500 millones". Manera tan cruda de hablar de la vida sumada a costumbres desde Marulanda (a) Tirofijo, como llamar el pescado a los rehenes desembocó en una estrategia terrible: la pesca milagrosa, consistente en detener vehículos o  al azar y ver qué pasajeros eran secuestrables. El eufemismo funcionó y por un tiempo difuminó lo más doloroso: el sufrimiento de los peces humanos, cadáveres vivientes hasta ser liberados, asesinados o desaparecidos.

Conozco secuestrados en pesca milagrosa. Tengo amigos secuestrados unas horas en sus casas u oficinas y liberados tras pagar 500 millones a tocateja. Otros cuyos padres no regresaron y eso a pesar de haber acordado y pagado un rescate. Sé de los que han pagado por recuperar un cadáver (FÉNIX: Precio soy de un hombre muerto;// cumplió el cielo su homenaje.// REY: Por el muro descolgad// el ataúd, y entregadle. El Príncipe Constante, Calderón)

Ahora una nueva ilusión de paz se abre camino en la esperanza humana, boba pero insoslayable. No faltarán los furibistas (seguidores furibundos del expresidente Uribe) que como los Mayor Oreja de las Españas hablen de negociación trampa, de infidencias, de traición al ejército, etc. Y no les negaré razón pues algo resulta comprensible: las FARC llevan desde Belisario Betancur (presidente de 1982 a 1986) engañando a todos los gobiernos, que no les queda otra que intentarlo. Con cada nueva traición nos humillan a todos, como cuando dejaron al presidente Pastrana "plantado en el altar": de alguna forma silenciosa, a todos nos humillaron en esa Silla Vacía.

No soy partidario de perdones que eviten la cárcel del delincuente. Sin embargo, el bien superior es la paz. Cuando como en Colombia el estado -un estado muy deficiente por otro lado- apenas controla la mitad del territorio y el resto está en manos de facciones militarizadas alimentadas, entrenadas y bien armadas, sentarse a hablar no es un brindis al sol, es una obligación gubernativa. Lo difícil es trazar las líneas rojas insalvables.

¿Será verdad que...?

¿Y qué va a pasar con el pingüe negocio del narcotráfico? ¿Será que legalizamos la droga, otorgamos el derecho de explotación del recurso natural a estos señores y nos acomodamos con los ingresos fiscales de este nuevo oro verde?

Lo que sin embargo no imagino es ¿qué va a pasar con los traficantes que les armaron durante más de medio siglo? ¿A quién venderán ahora?  
Tampoco veo como evitaremos acabar negociando con las bacrim dentro de 30 años. 
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