La noticia saltó la semana pasada: el nuevo escándalo en la Casa Real Británica fue que Kate Middleton, la duquesa Catalina y futura reina consorte de Inglaterra, era pillada en topless en un resort durante sus vacaciones. Las fotos provocaron un auténtico caos en la prensa de toda Europa y ella y su marido, el Príncipe Guillermo, anunciaban que iban a emprender acciones legales contra la revista francesa 'Closer'.
Pues bien, desde este lunes también la revista italiana 'Chi', y no es casualidad: tanto una como otra revista pertenecen a la editorial Mondadori, que pertenece a la familia de Silvio Berlusconi (concretamente, ahora está comandada por su hija Marina). El escándalo no ha podido ser peor, porque altas instancias acusan a Berlusconi de fallar a un aliado como Reino Unido a cambio de dinero y notoriedad, cuando podía haber impedido este reportaje de Kate Middleton desnuda perfectamente. Y es que a nadie se le escapa que tras la irrupción de Mario Monti como primer ministro italiano de transición, Il Cavalieri podría regresar al poder en cualquier momento, si es que quisiera regresar a la lucha de las urnas.
Las lenguas dicen que en Buckingham Palace están que trinan con este antiguo aliado político, que en su día era invitado de lujo de la Reina Isabel II, quien incluso se habría humillado ante el italiano para suplicarle que no sacara las fotos. Pero ya se sabe, poderoso caballero es don dinero, y Berlusconi no frenó la publicación de estas fotos que suponen que la futura reina tenga para siempre que sonrojarse cuando saquen sus fotos de la hemeroteca.
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