viernes 28 de septiembre de 2012, 16:29h
El día en el que el Parlamento catalán daba
un paso inquietante hacia la ilegalidad votando a favor de celebrar una
consulta para aprobar la independencia de Cataluña respecto de España,
el PSC optaba por la abstención. 26 abstenciones. La cifra y la votación
será recordada como una traición a los cientos de miles de votantes
socialistas en Cataluña que quieren seguir siendo españoles. Los "otros
catalanes" que glosara Paco Candel y con él tantas otras voces de una
izquierda que hasta la abducción de la cúpula del PSC por el ideario
pequeño burgués de los nacionalistas predicaban la igualdad y la
solidaridad por encima de la identidad y demás mantras de la retórica
nacionalista. Solo Ernest Maragall -que votó a favor de la consulta
haciendo suya la deriva independentista que lidera Artur Mas- fue capaz
de votar sin antifaz. Es incoherente ser socialista y nacionalista al
mismo tiempo, pero él, al menos, no engaña a la parroquia como sí lo
están haciendo el resto de sus compañeros.
¿Dónde está, por
cierto, Carme Chacón? Quien se dejó mimar como posible cabeza del PSOE
en España es una voz que se echa en falta en este momento crucial. ¿Está
con quienes quieren declarar extranjeros a los varios millones de
españoles que quisieran seguir siendo españoles o quiere refugiarse en
el silencio a la espera de que los acontecimientos se decanten? Hablando de voces en ausencia, ¡qué decir del Rubalcaba que un día
("Fiesta de la Rosa") se proclama baluarte frente a los separatistas,
al otro rescata el oxímoron del "federalismo asimétrico" y al tercero
improvisa una petición de reforma de la Constitución! Dada la
precariedad parlamentaria del PP catalán, único defensor allí, junto a
Ciudadanos, de la Constitución, lo más triste de este asunto es que la
cobardía política de los socialistas ante la ofensiva de los
nacionalistas deja huérfanos a miles de catalanes que quieren seguir
siendo españoles. En política, estas cosas no salen gratis. En Ferraz
deberían reflexionar acerca de lo ocurrido en Grecia con el otrora
todopoderoso PASOK. Por no hablar del PSI de Bettino Craxi. Mira por
dónde, lo mismo va a ser verdad (Leguina "dixit") que la plaga traída
por Zapatero puede haber acabado con el PSOE.