Mi primo

Todos conocíamos, gracias a la publicidad televisiva, la existencia del primo de Zumosol, un tipo cachas de dos metros de alto que ayudaba a que los esmirriados se enfrentasen a los abusones de patio de colegio, pero hasta ayer, al menos este columnista, desconocía la existencia de “aquí-mi-primo-el-enterado”. Mariano Rajoy ha cubierto esa laguna que tenía alguien profesionalmente obligado a conocer las diferentes tipologías sociales. Gracias sean dadas pues a la Virgen Peregrina, patrona de la ciudad de Pontevedra.

El presidente del Partido Popular se mostraba ayer escéptico sobre el cambio climático a consecuencia del calentamiento global. Como argumento de autoridad esgrimía el comentario de su primo, el físico nuclear que reside en Sevilla. “He tratado con diez o doce peso pesados de la Ciencia internacional –decía Rajoy que había dicho su primo—y ninguno de ellos ha sido capaz de decirme el tiempo que haría mañana en Sevilla”. El primo enterado de Rajoy, hijo de la no tan conveniente especialización unidimensional,  confunde Meteorología con Climatología.

Y si el pariente científico de Rajoy confunde eso, su primo el Registrador de la Propiedad en excedencia especial, o sea, don Mariano, no es menos. Al fin y a la postre él es de Letras y para la previsión del tiempo ya están los meteorólogos y meteorólogas de las televisiones, que tampoco aciertan demasiado –un suponer—el tiempo que hará en la pontevedresa playa de Sanxenxo un 6 de agosto a las 11.45 de la mañana. Y por la vía del chascarrill0o de barra de chiringuito playero fue la argumentación de Rajoy acerca de esta cuestión primordial. Es importante, reconoció, pero “tampoco lo podemos convertir en el gran problema mundial; nadie sabe lo que va a pasar dentro de 300 años”. Como opinión tomando unas cañas puede pasar. Pero si esto lo dice quien aspira a ser alternativa de Gobierno, la cosa cambia radicalmente.

Lo preocupante es la visión que tiene el Partido Popular sobre una cuestión primordial, sobradamente constatada por la Ciencia. Rajoy ha hablado sin complejos. Rajoy ha dicho eso sin conocimientos. Rajoy aduce la anécdota de su primo, el enterado de Sevilla. Lo del calentamiento global se parece al sexo de los ángeles. Puede ser. Bueno. Pero puede no serlo o no serlo exactamente así. O sea, que reciclen ellos. Eso sí, para Mariano Rajoy si hay calentamiento global, la culpa es de Rodríguez Zapatero. Y para esta brillante conclusión, no es preciso que se lo haya dicho su primo el enterado de Sevilla.