Cinco mitos sobre las elecciones

1.- Se juega la independencia de Cataluña.- No es verdad o no es el objetivo prioritario. Más estaba a punto de tirar la toalla. Reconocer su fracaso, poner de manifiesto que nadie en Europa estaba dispuesto a prestarle ni un euro y tener que recurrir al préstamo del Gobierno central para poder pagar las nóminas hubiera sido una rendición sin condiciones. Prefirió jugarse todo a una carta y ganar tiempo. Más es el presidente autonómico que peor herencia ha recibido, la del Tripartito, el que ha hecho recortes más duros y el que el que tiene una comunidad autónoma más cerca de la quiebra. Es curioso que en lugar de perder apoyos, como sucede a todo gobernante que mete la tijera hasta pinchar carne, aspire a ganarlos.

2.- No importa lo que se vote, Más va a ganar.- El presidente de la Generalitat no necesitaba unas elecciones para poder gobernar con manos libres. Se quedaba sin cartas y ha echado un órdago: ganar con una mayoría absoluta rotunda que le permita ir hacia alguna meta. Si lo logra, ya veremos si plantea la independencia o no. Pero si fracasa -es decir si no alcanza un respaldo abrumador- quedará preso de su principal enemigo, ERC, los verdaderos independentistas, que tendrán la llave real de la secesión. Puede hacer que engorden y sean también los amos del futuro. Está al borde del precipicio político.

3.- Europa no se atreverá a rechazar a Cataluña.- La historia nunca está escrita pero a Más le han desautorizado todos los líderes europeos, empezando por Durao Barroso. Y si se abre el melón, otros países pueden sufrir desgarros imposibles. No se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo. Si Cataluña se separa de España, no estará en Europa. Y eso tendría gravísimas consecuencias económicas para Cataluña. Y para España.

4.- La independencia es la panacea.- La independencia no garantiza ni mejores sueldos ni más trabajo ni pensiones más altas ni menos deuda ni más libertad. Algunos pueden sentirse mejor, pero con los sentimientos no se come ni se paga nada. Una posible independencia acelerará el éxodo de empresas, retirará inversiones, fijará aranceles y hará perder confianza. Si la esperanza de Más es un gobierno a cuatro bandas con el tripartito, que se preparen los catalanes. Ya saben cómo deja las arcas públicas una aventura así. Ni siquiera con telarañas.

5.- La opresión y el expolio del Estado español.- Nadie medianamente serio puede creerse eso. Ni Cataluña es la autonomía que más da ni la que menos recibe. Cataluña ha sido más grande cuando ha jugado más papel en España, cuando ha dialogado y negociado cuotas de poder, cuando ha mirado a la innovación y a Europa. Cuando su poder ha estado al servicio de los ciudadanos. Nunca cuando el poder se ha servido de éstos o cuando la corrupción ha campado a sus anchas. Salga lo que salga, Más ha puesto encima de la mesa una bomba de relojería. Si gana la batalla, estallará. Si la pierde, tal vez también. Y él será el principal responsable.