La burla de Bolinaga

          La Asociación de Víctimas del Terrorismo va a seguir peleando para que el etarra Bolinaga vuelva a la cárcel. No se trata de crueldad, sino de justicia.  Bolinaga ha engañado al juez porque su enfermedad no es tan terminal como se argumentaba. La forense, por cierto,  nunca creyó que lo fuera,  y el tiempo le está dando la razón. Bolinaga ya no está en el hospital, sale a la calle, pasea con sus amigos, recibe homenajes...en definitiva, ha burlado a la justicia.
 
         Recordemos que Bolinaga es un asesino que mató a tres guardias civiles y un terrorista sin piedad que mantuvo secuestrado a Ortega Lara, sometiéndolo a tortura al encerrarlo en un zulo de de 3 metros de largo por 2,5 de ancho y 1,8 de altura durante 532 días.  Ese agujero era un infierno. Puedo dar fe de ello, porque fui uno de los pocos periodistas que tuvo ocasión de comprobarlo personalmente.
 
         La sociedad ha sido clemente con Bolinaga, pero él no lo es con la sociedad. Si ahora está en la calle es porque la justicia tiene unos motivos humanitarios, que el no tiene ni quiere tener.
 
         A pesar de sus  fechorías, Bolinaga podía cerrar la polémica, diciendo solamente dos palabras: "Lo siento". Pero no las dice y eso es lo grave. Se ha aprovechado de todos los mecanismos legales, para salir de la cárcel. Pero de reinserción, nada de nada. Sigue siendo un terrorista que presume de ello, que vive en el odio, que confiesa haber hecho daño y que insiste en no arrepentirse de las vidas que segó ni del inmenso dolor que causó.
 
         Esta actitud recalcitrante es una nueva humillación a la gente de bien. Bolinaga continúa haciendo sufrir a los vivos, porque no quiere dejar en paz a los muertos.
 
         No maldice lo que ha hecho, y al no hacerlo, se maldice a sí mismo. Puede que se sienta libre, pero sigue preso de su propia crueldad.