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Pensamientos

Pensamientos

viernes 08 de marzo de 2013, 19:17h
Como pienso que el cuento no sólo es una de las más bellas formas de expresión literaria, sino también de la  complejidad de la vida, regreso a Chejov cada cierto tiempo. Abro el libro por cualquier página para ver lo que me ofrece el destino. Para muchos el destino es el azar. Pero yo creo que es algo más complicado, quizá una conexión entre lo físico y las sensaciones profundas que nos dicen que hay algo más de lo que vemos, algo desconocido que tiene un orden y un sentido. Para mí el destino es lo que está detrás del azar. O mejor, lo usa para conseguir sus fines, ya que el destino tiene algo de predestinación mientras que el azar es pura ecuación matemática, puro enjambre de posibilidades.

    Pues el destino me ha llevado a un cuento bellísimo de Chejov que aún me tiene maravillado, horas después de haberlo leído.  Se llama "Luces" y lo que en verdad me ha intrigado es la metáfora que plantea a través de uno de sus personajes mirando las luces desordenadas, desvanecidas en la bruma, de un campamento de obreros. Las observa desde un terraplén junto a otro personaje, un estudiante, el barón von Stenberg. Y mientras éste imagina que son de un campamento de amalecitas o filisteos, realizando una visión antropológica, nuestro personaje, el ingeniero Anániev, ve algo más profundo, más hermoso. Trabaja en la construcción de la vía férrea y comenta observando las luces que se extienden por la neblina: "Al barón estas luces le recuerdan a los amalecitas, pero a mí me parece que se asemejan a los pensamientos humanos... Fíjese, los pensamientos de cada individuo tienen también una forma caótica y desordenada, se arrastran en fila hacia algún objetivo, en medio de las tinieblas, y se desvanecen en algún lugar lejano, más allá de los límites de la vejez...".

    La comparación me parece genial. Tiene múltiples posibilidades, metafísicas para los creyentes y enigmáticas como mínimo para los agnósticos. Los pensamientos son luces en la bruma, destellos en la oscuridad que no dan una luz absoluta pero sí la orientan, intentan vencerla. Chejov describe mejor que un neurólogo la naturaleza del cerebro. La sinapsis neuronal es eso, chispazos, luces dentro del cerebro formando pensamientos. Y luego el final: "...se desvanecen en algún lugar lejano, más allá de los límites de la vejez". Es impresionante. Dice que después del final nos encontraremos con nuestros propios pensamientos perdidos. Y entonces nos iluminarán en ese país sin descubrir, que es como llama Hamlet al lugar al que nos llevará el barquero Caronte. El pensamiento es luz. La metáfora es de una fuerza sublime. En un momento de melancolía el destino ha iluminado mi oscuridad.  Es demasiado bello para que haya sido el azar.  

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