Los Juegos Olímpicos sí nos convienen

Plantear, como hacen estos días voces minoritarias en algunas tertulias y columnas de opinión, que unos Juegos Olímpicos en Madrid en 2020 serían inconvenientes porque España no puede permitirse tales dispendios en tiempos de crisis, nos parece un grave error. Ya los resultados económicos de Londres nos muestran que unos Juegos Olímpicos son, desde un punto de vista estrictamente financiero, rentables o incluso muy rentables. Sin contar, claro, los intangibles:
tener a Madrid, es decir, tener a España, en las portadas de todos los periódicos, abriendo los informativos de radio y televisión de todo el mundo, durante todo un mes, supone un beneficio difícil de calcular.

Pero el mayor beneficio estará situado en el engrandecimiento de esa 'marca España' que, hoy por hoy, no acaba de funcionar. Sobre todo, por el nacional-pesimismo que se ha instalado en el país, muy comprensiblemente por cierto. Qué duda cabe de que la concesión de los Juegos Olímpicos a nuestro país, representado por la capital, uniría a muchos ciudadanos en torno a unos planteamientos de superación y de imagen que ahora, simplemente, no existen.

Claro que esta operación de representación que llevan a cabo estos días nuestras instituciones, nuestro Gobierno, nuestros deportistas y buena parte de la sociedad civil, tiene que enmarcarse en un cambio en los planteamientos de la gobernación de la nación. Se trata de hacer que todos participen de una manera abierta, creativa; no se trata solamente de que el señor Blanco, la alcaldesa y un despeinado Rajoy apoyen públicamente los Juegos en Madrid, sino de procurar que la gente de la calle se involucre. Difícil este planteamiento con unos gobiernos que, desde siempre, se han escudado en la falta de transparencia política (y económica), en las medias verdades o en las mentiras completas. ¿Cómo pedir comprensión a unos sindicatos -con tesis decimonónicas, es cierto- hartos de silencios y de desprecios a los trabajadores? Reprobamos que se hagan huelgas en los transportes madrileños precisamente en estos días -se podría haber esperado una semana...-, pero no será con llamadas patrioteras, sino con cercanía y diálogo, como se solucionarán estos paros que tanto comprometen la decisión final del COI. Una decisión que, repetimos, nosotros esperamos vivamente que sea positiva, por el bien de muchos, de casi todos.


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