Aplauden la decisión, pero se muestran escépticos
Vecinos de la Cañada: "No creemos que sirva de nada enviar aquí a los forestales"
miércoles 31 de octubre de 2007, 17:15h
Varios representantes vecinales de la Cañada Real se mostraron este miércoles escépticos ante el envío de los agentes forestales para controlar las edificaciones ilegales.
"No creo que sirva para nada". Así lo manifestó a Madridiario Ángel García, presidente de la Asociación de Vecinos del Sector 5 de la Cañada Real, próximo a Rivas-Vaciamadrid. Como él, José, representante vecinal del sector 4, opinó que "las administraciones hacen muchos anuncios, pero luego no consiguen arreglar el problema", en referencia al anuncio hecho público este miércoles de que la Comunidad enviará a los agentes forestales para evitar nuevas edificaciones en la vía pecuaria.
La Comunidad de Madrid es la propietaria de los terrenos de la Cañada Real, donde viven actualmente unas 50.000 personas en viviendas ilegales de todo tipo, desde chalets con piscina hasta chabolas misérrimas. "Muchos vecinos han recibido denuncias, pero, a no ser que les entre el miedo, no consiguen evitar que haya nuevas edificaciones", explicó García.
Ambos líderes vecinales recordaron que desde las asociaciones, que representan a los vecinos más antiguos de la Cañada, llevan años intentando controlar el crecimiento incontrolado de edificaciones ilegales sin éxito. "Nuestro objetivo es la legalización de nuestras viviendas y no nos gusta que proliferen las nuevas construcciones", dice García. "Lo hemos pedido muchas veces y nunca nos han hecho caso, pero tampoco en su día vino nadie a impedir que construyéramos las nuestras", agrega.
Pero ahora todo es distinto. La masificación ha llegado a ser insostenible, sostiene García, sobre todo "después de la muerte o la marcha de muchos vecinos, que vendieron sus parcelas a inmigrantes". "En los últimos cuatro o cinco años han proliferado las infraviviendas y eso incrementa el problema. Por eso nos parece bien que intenten frenar las nuevas construcciones", añade.
"El problema se les ha ido de las manos y tienen que buscar soluciones, y la idea no está mal, pero no creo que resulte eficaz", opina José. "Pero, ¿qué van a hacer? ¿Pasar por delante y decirles: 'Eh, no construyáis'?", se preguntó el líder vecinal. "La única forma de frenar esto es enviar órdenes de derribo y esperar que les entre el miedo, en el mejor de los casos", concluye García.