martes 25 de junio de 2013, 16:23h
El famoso bunga-bunga, que tanto ha dado que hablar, puede acabar con
la carrera política de Berlusconi. Ha sido declarado culpable de haber
incitado a una menor a prostituirse, pagándole a cambio de sexo.
Culpable de abuso de poder al haber presionado a unos funcionarios,
cuando era primer ministro, para que dejaran en libertad a la chica,
detenida por robo ante el temor de que pudiese irse la lengua. Por ello
las tres magistradas del Tribunal Penal de Milán que le han juzgado, le
han condenado a siete años de prisión, uno más de lo que pedía la
fiscalía, y la prohibición de ocupar cargos públicos de por vida. Se ha
considerado probado que Silvio Berlusconi pagó decenas de miles de euros
a la joven marroquí Karima El Marough de 17 años conocida como Ruby
rompe corazones por sus servicios sexuales, en la fiestas que
organizaba en su famosa villa en Milán y también que cuando ésta se
encontraba en la comisaría detenida por robar a su compañero de piso Il
Cavaliere presionó a los funcionarios a fin de que la dejarán en
libertad.
Ya sabemos que la sentencia puede ser recurrida por Berlusconi, y
que el poder de su dinero es mucho -como se ha demostrado durante todos
los años que ha sido primer ministro- pero un personaje así ni es digno
de haber estado, ni debería seguir en la primera línea política.
Cualquier otro hubiera dimitido hace tiempo y la presión de la opinión
pública le hubiera obligado no sólo a marcharse con oprobio y deshonor
sino también a pedir perdón por cometer delitos tan repugnantes, cosa
que ni ha hecho ni, al perecer, piensa hacer.
El personaje es una ofensa para las mujeres y no sólo por la forma
obscena que tiene de entender su relación con ellas, sino porque además
repugna ver, como su desenfreno sexual , no conoce límites , ni
siquiera tratándose de una menor.. Ayer al hilo de la sentencia,
recordaban en algunos medios que el chiste favorito de Berlusconi alude
aquella encuesta en que preguntan a la mujeres italianas si accederían
acostarse con él. El 70% declara que si, y el 30% responde ¿otra vez?.
Ese es el perfil de este tipo, que llego a decir que no le gustaba el
culo de Ángela Merkel porque era mantequilloso e infollable y cuya
bragueta le ha perdido. La pregunta es ¿Cómo ha podido salir una y otra
vez elegido en las urnas? ¿Qué parte de responsabilidad tenemos los
ciudadanos en que los políticos corruptos sigan en el marchito?. ¿Por
qué si a nosotros se nos pide ser ejemplares no exigimos nosotros una
conducta irreprochable en quienes se dedican a la cosa pública?. Lo
cierto es que Berlusconi y otros muchos de su calaña han llegado a
somatizar que tienen impunidad para hacer lo que les venga en gana y !
claro que lo hacen !.
Hasta ahora el italiano ha conseguido librarse de rendir cuentas
por sus delitos, en muchos casos porque se ha demorado tanto su
esclarecimiento que han prescrito, pero a partir de ahora lo va a tener
más complicado. Esta acusado y condenado de fraude en caso Mediaset
-aunque tiene recurrido- y tiene otros temas pendientes como la compra
del banco Unipol o la sanción de 560 millones de euros a su grupo
empresarial en la pugna por la editorial Mondadori. Cada vez esta más
claro que el Rey del bunga-bunga puede acabar en la cárcel e
inhabilitado de por vida, lo cual sería imprescindible para devolver la
dignidad a la política italiana, hecha jirones desde hace demasiado
tiempo.