Junto con algunos amigos-colegas,
he pasado unos días de descanso en una zona próxima a la isla de Arosa. Y,
azares del destino, he hecho el mismo recorrido 'de pedra e aigua',
por los antiguos molinos, que, pocas horas después, realizaría el presidente
del Gobierno, Mariano Rajoy, que ha aparecido en las fotografías trotando por
aquella vereda, "de dificultad media-alta", acompañado de su amigo
y paisano José Benito Suárez, marido de la ministra de Fomento, Ana Pastor, residente
en Pontevedra y bastante conocido por quien suscribe. Como anécdota, comentaré
que algunas personas, que sabían que por allí pasaría el presidente, le dejaron
mensajes escritos y clavados en los árboles del trayecto. "Mariano, saca
a España de la crisis", le pedía un niño de doce años en una pequeña hoja
de bloc.
Ignoro si Rajoy se topó con
estos papeles en su muy aireada andadura por estas cercanías de Ribadumia,
donde se ubica la casa rural en la que pasa algunos días de meditación.
Aseguran que, al menos, algún intermediario le hizo llegar el contenido de
estos mensajes, todos ellos escritos en un tono respetuoso, al menos hasta
donde yo pude verlos; mucho más respetuosos, por cierto, que algunos lamentables
comentarios en las redes sociales suscitados por la veraniega fotografía del
jefe del Gobierno haciendo algo parecido al 'jogging' .
Claro que estas misivas al
aire libre, escritas por paisanos que aprecian, y se nota, al presidente,
tienen apenas el valor anecdótico que usted quiera darles. Supongo que alguno
intentaría animar al jefe del Gobierno y presidente del PP ante la que le
espera esta semana, cuando dos ex secretarios generales y la actual secretaria
general del partido habrán de comparecer ante el juez Ruz para explicar a fondo,
como testigos obligados a decir la verdad, unas finanzas del Partido Popular
continuamente puestas en cuestión por las revelaciones que, desde la prisión de
Soto del Real, va logrando filtrar el ex tesorero Luis Bárcenas.
Pero yo diría que, más que de
ánimo, son casi mensajes como los de los náufragos que sienten que el oleaje
les va llegando al cuello y lanzan su petición de auxilio al mar, en una
botella. Las encuestas muestran un aterrador grado de desconfianza de los
ciudadanos en el hombre que tiene la responsabilidad máxima a la hora de 'sacar
a España de la crisis', como le pedía el niño que firmaba el papel
clavado en el árbol; como, por otro lado, estos sondeos indican que esa misma
desconfianza, o aún mayor si cabe, se extiende a los responsables de toda la
clase política. Por eso yo concedo un cierto valor sociológico a estos papeles
en el camino, que indican que, con todo, la gente sabe que, hoy por hoy,
solamente Mariano, porque le ha tocado jugar este papel -- aunque a veces no
demuestre darse cuenta de ello--, puede sacarnos de la crisis. Con la
colaboración de todos nosotros, claro.
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El blog de Fernando Jáuregui: 'Cenáculos y mentideros'>