La Defensa Nacional (una reforma militar para España)

Como un muro de un tamaño considerable, parece imposible de escalar, se erige indisimulado entre el mundo militar y la vida civil. Una frontera para dos realidades tan distintas que se entienden por obligación más que por convencimiento.

Yo soy oficial del Ejército del Aire (RV) y conozco ambas partes del muro: la sordera de unos, la ceguera de los otros y el silencio de buena parte de los legisladores. Me encuentro tan cómodo en la vida militar como en mi vida civil. Considero, créanme, que forman parte de la misma tarea.

La Defensa no es la guerra.  La Defensa ya no depende, como antaño, de una Secretaría del Despacho de Guerra (1808-1834) o del Ministerio de la Guerra (1834-1937). La Defensa es por tanto la política que debe garantizar nuestra seguridad exterior, la participación de todos los ciudadanos en la misma y la gestión directa de la administración militar.

Por eso, en primer lugar, debemos ser capaces de explicar, desde los colegios, desde las escuelas, que la función militar resulta imprescindible para poder defender nuestra democracia y nuestra libertad, siempre amenazada en nuestra historia, a veces por los extraños, a veces por los propios.

En segundo lugar, debemos devolver -si es que alguna vez fue-, el Ejército a los ciudadanos. La reserva voluntaria fue un paso tibio. Un ejército que durante decenios ha estado de espaldas -y a veces en contra-, de la gente. El ejército, o es del pueblo, o no serviría más que para su propio deleite, interés e infortunio.¿Por qué el ejército portugués es más progresista que el español? Desde que Cánovas convirtiera las Fuerzas Armadas en batallones de choque contra las huelgas obreras, el ejército pasó a ser un instrumento de la burguesía y de los intereses creados cuyos mitos sólo servían para dominar a una buena parte de nuestro país.

Todo ello comenzó a cambiar con la transición, pero, créanme, no suficientemente. El ejército debe ser de la gente, de los ciudadanos, de todos aquellos que formamos parte y entendemos la Defensa como una política imprescindible para asegurar nuestra democracia, libertad y seguridad de nuestros hijos.Quiero denuncia y denuncio que los militares, hoy en día, son maltratados por una buena parte de la legislación, la opinión y los medios. Maltratados como ciudadanos de segunda por muchos prejuicios e ideas preconcebidas. Y, a su vez,  que los ciudadanos los observan como elementos ajenos a lo que verdaderamente son: también ciudadanos.

Así, en tercer lugar, se presenta como imprescindible un consenso, tanto en la forma como en el fondo. Donde los partidos políticos, las fuerzas parlamentarias, acuerden desarrollar una política de Defensa popular, en la que todos los ciudadanos sean elementos de la misma coordinados por aquellos profesionales que debieran sentirse orgullosos de llevar el uniforme por la calle.

Pueden acompañarme cuando lo deseen -y la autoridad nos dé permiso-, a visitar cuarteles y escuadrones, campamentos y oficinas de nuestra Defensa Nacional. La decadencia y el declive tratan de ser suplidos por el esfuerzo de tropa y oficiales a la hora de limpiar, pintar y adecentar nuestras infraestructuras sin presupuesto.

No en vano, podemos observar que de 2004 a 2012 los gastos de Defensa pasaron de los 6.499 millones de euros a 6.269 millones de euros. Mientras, los gastos en Justicia pasaron de 2.606 a 3.968, los de Interior de 7.384 a 11.306 y los de Sanidad de 42.458 a 59.964.

Esto significa que durante el período descrito, mientras el presupuesto para la Defensa Nacional disminuyó un 4%, los gastos en Justicia aumentaron un 52%, en Interior un 53% y en Sanidad un 41%

Armamento al margen -y decisiones inopinadas al respecto aplazadas para un futuro artículo-, no defenderé que gastemos menos, sino todo lo contrario, en Sanidad y en Educación. Forma parte de mi pensamiento, político y económico, ideológico y técnico.

Pero no seré yo quien diga que en España la Defensa Nacional está a la altura de otras naciones mucho más desarrolladas y, por cierto, en algunos casos más progresistas que nuestro país, donde la gente forma parte de la Defensa y la Defensa es parte de la gente.   

@AntonioMiguelC