La depuración de Casillas
viernes 23 de agosto de 2013, 17:07h
No parece sino que el Gobierno de Rajoy
hubiera echado también, junto al tratamiento de lo de Gibraltar, la
cortina de humo de la suplencia de Iker Casillas, a fin de cubrir el
flanco, nutrido por cierto, de los aficionados al fútbol, y tapar por
ese sector de la opinión pública sus vergüenzas, que son muchas. Sin
embargo, no cabría hablar de suplencia, sino de depuración, a menos que
el tal Ancelotti, el míster que ha sentado en el banquillo al guardameta
madrileño, o, mejor dicho, que ha impedido que se levantara de él, esté
tan pirado como para prescindir del probablemente mejor portero del
mundo.
Se trata de una depuración en regla, y no de una simple decisión
técnica, por varias razones, no siendo la más irrelevante la de que
Casillas, que está en plena forma, lo ha ganado todo, en tanto Diego
López, que no es malo, no ha ganado nada, descendió con el Villarreal a
Segunda y acabó de suplente de Palop en el Sevilla, todo ello
recientemente. Menos irrelevante aún, sin embargo, es el hecho de que
preterir arbitrariamente a Iker no viene sino a hurgar en la herida que
abrió el infame Mourinho y que posteriormente nadie en el Real Madrid se
ha ocupado de cerrar. Diríase, para qué vamos a andar con rodeos, que
la directiva del equipo se quiere cargar, por alguna razón que se me
escapa y por alguna otra que no, al portero de la Selección Española que
ha conquistado con ella, para pasmo de los propios españoles, dos Copas
de Europa y una del Mundo, todas seguidas.
¿Es que gana mucho Casillas y el munificente Florentino, que va a
soltar la obscena cantidad de 100 millones de euros por un futbolista
inglés, quiere ahorrar en la portería? ¿Jeringa en la directiva que
Casillas tenga más ascendente que ella sobre la afición y sobre el
vestuario, y, por supuesto, que sea infinitamente más apreciado y
querido? ¿Molesta que no sea un borrego, o, como diría Rajoy, un tipo
normal, como dios manda y con sentido común, que es como el todavía
presidente llama a los sumisos y a los silentes?