viernes 04 de octubre de 2013, 10:46h
Están pasando cosas extrañas, algunas
incluso anómalas. Vayan algunas.
Rodrigo Rato, procesado por el caso Bankia ha sido nombrado por Botín consejero
del banco Santander
el día en que se hacía público que robar una bolsa
de pipas será delito según el Código penal de Rajoy. En
Eibar descubren una plantación de marihuana.
Los chinos de Taipei vienen a
Abadiño a aprender técnicas para ganar en concursos de soka-tira. Mick Jagger, líder de los Rolling, va a
ser bisabuelo. El castellano tiene diez mil palabras árabes, según el presidente de la Academia. El
aeropuerto barcelonés del Prat logra cuatro millones de pasajeros y supera a Barajas y la
portavoz de la Organización de Consumidores nos cuenta que una tortilla de patatas cuesta
hacerla un 25% más.
Lo que no cambia es el discurso de la
derecha (el Papa ha dicho que no es de derechas). La Fundación Francisco Franco, presidida
por su hija, reclama una intervención del ejército porque "no pueden
permanecer callados ante la deriva de España". El gobierno español defiende que se siga tratando como generalísimo a Franco. El Tribunal Constitucional avala a su presidente Cobos pese a su militancia en contra del nacionalismo catalán y Felipe González califica de objetivo imposible "una Catalunya independiente", mientras el alcalde
del PP de Beade dice que "está muy feo renegar de Franco".
En este clima, nos pasó el incidente del 11 de septiembre.
LIBRERÍA BLANQUERNA
Los catalanes tienen en Madrid una librería llamada Blanquerna en un
sitio estratégico. Está en la calle de Alcalá, frente al Círculo de Bellas Artes. Una
magnífica librería con lo último en literatura
catalana y con un espacio para presentar libros y organizar conferencias. Allí presenté mi libro "Extraños en Madrid" con
Duran y Bono. El día 11 de setiembre, miércoles, el nuevo delegado de
la Generalitá nos convocó a celebrar
con ellos la Diada.
Habíamos terminado el pleno del Senado a
las siete y, a las siete y media, estábamos en la librería Blanquerna Jokin
Bildarratz, Rut Martínez, María Eugenia Iparraguirre y quien esto escribe.
Cuatro senadores del PNV y dos diputados de Unió. El resto de los asistentes
eran o catalanes, o amigos de los
catalanes y algunos diplomáticos. Comentando generalidades, el delegado Bosch
nos dijo que iba a pronunciar unas palabras y se dirigió a un estrado donde
estaba la bandera catalana. Fue ese momento en el que uno de aquellos descerebrados
que estaba cerca camuflado, cogió el móvil y les llamó a sus compañeros que
estaban fuera y éstos bajaron las escaleras como si fueran una estampida de
búfalos. "No
nos engañan, Cataluña es España" fue lo que se me quedó de sus consignas
mientras tiraban al suelo la Senyera, impidiéndole hablar al delegado, mientras
nos intimidaban con sus caras y banderas feroces. Tras la hazaña, se fueron por
donde habían venido. Menos mal. El salón es una ratonera y a las malas acabamos
todos escabechados. De repente, y reponiéndonos de la perplejidad un picor impresionante
en nariz, garganta y ojos nos dejó sin poder respirar, tosiendo y llorando, subimos
a la calle hechos polvo. Nos dijeron que era gas pimienta. Afortunadamente a
los cinco minutos aquello se pasó y cuando nos dieron un sorbito de cava en el hotel contiguo, estábamos ya repuestos
escuchando en un patio las palabras del Delegado catalán y haciéndonos cruces
sobre qué era lo que habíamos vivido.
Dos cosas me llamaron la
atención. El hecho de que iban a
cara descubierta, salvo tres. No tenían miedo a ser reconocidos. Aquel acto parecía el preludio de algo. Y, en segundo lugar,
la rapidez con la que actuó la policía que detuvo
inmediatamente a seis y el resto se entregaron. ¿Por qué si sabían quiénes eran no previeron lo que podía pasar?.
LA MOCIÓN ESCUECE
Algunos dirigentes del PP como la
alcaldesa de Madrid, la del "a relaxing cup of café con leche in la Plaza
Mayor" banalizaron el ataque a este acto institucional democrático. La misma señora que hubiera puesto el
grito en el cielo si el hecho hubiera ocurrido en Euzkadi y a cargo de la kale
borroka. Y porque
no era una anécdota
sino tenía toda la pinta de ser un
síntoma presentamos una Moción que se discutió en el Senado el miércoles 25 de setiembre. En
la exposición de motivos recordábamos el cuarenta
aniversario del golpe contra Salvador Allende, el atentado a las Torres
Gemelas, la ley de la Memoria Histórica, y los hechos de Blanquerna para pedir se condenaran los actos
violentos, la aplicación diligente de la ley y una especial contundencia y sensibilidad ante
hechos deleznables con una apelación a la paz y a la convivencia basada en el respeto al adversario y al
libre juego democrático. En su punto segundo
habíamos puesto: "Expresar la preocupación ante la proliferación de actos que recuerdan a
dirigentes de la dictadura que vivió España en el pasado, así como la continua
utilización de símbolos pre
constitucionales".
El PP
estaba confuso. No sabía qué hacer. La extrema derecha anida bajo sus siglas. Su partido lo fundó un ministro de Franco y
no dudo que están en contra de actos como los de Blanquerna, pero a la vez
preocupados "por la unidad de España". Y nos
presentaron una enmienda para que la redacción de este párrafo quedara así: "Expresar la
preocupación ante la existencia de
actos de intolerancia y violencia ideológica y conductas antidemocráticas que solo buscan
erosionar la convivencia y la democracia". Habían eliminado toda alusión a la dictadura de
Franco.
Nos reunimos con el PSOE, CIU, la Entesa, IU,
y ERC. Amaiur no suele votar. ERC e lU no aceptaban la enmienda. El resto sí.
Se salvaban los muebles de la condena y de la preocupación y se votó. Fueron 244 votos a favor
y dos en contra. Ahí queda. Le vamos a dar seguimiento.
LA EXTREMA DERECHA Y EL NEONAZISMO
DESPIERTAN
Silenciosos durante
los últimos
años, los partidos de ultraderecha creen llegado el momento de lanzarse a la
conquista de la representación política que los ciudadanos les han negado hasta
ahora. Pero para ello deben conseguir la visibilidad que nunca han tenido y que
creen que ahora sí pueden obtener. En ese objetivo es donde hay que enmarcar el
asalto a la sede de la Generalitat en Madrid, según uno de los análisis con los
que trabaja la Brigada Provincial de Información de la Policía de Madrid.
Son varios los elementos que empujan en
esa dirección:
el primero, que los partidos de ultraderecha creen que
la pugna contra la situación política de Catalunya con
gestos enérgicos
puede ayudarles a recuperar votantes de extrema derecha que hasta ahora tenían
una actitud electoral pragmática y siempre han votado al Partido Popular; el
segundo, que la desafección hacia los políticos de los principales partidos les otorga una baza de la que nunca
habían disfrutado; y el tercero, que ahora sí, después de años de organización
y de haber puesto de acuerdo a varios partidos ultras, pueden presentarse a
unas elecciones unidos con ciertas expectativas de alcanzar un relativo éxito.
Blas Piñar fue diputado en 1977.
En esa línea de buscar acciones que les
proporcionen más visibilidad, la Policía ha constatado que en los últimos meses
se les ha dado a los activistas de ultra-derecha la instrucción de que ha
llegado el momento de "hacerse notar". Precisamente lo contrario de
lo que se propugnaba hasta hace poco. Era lo que pretendían con su violenta
irrupción en Blanquerna, y lo que planificaba el movimiento con el
desplazamiento de algunos de sus líderes a Barcelona el día de la Diada.
Las convocatorias de las próximas semanas,
además, así lo constatan. El movimiento denominado La España en Marcha, al que
se han sumado los partidos La Falange, Nudo Patriota Español, Alianza Nacional,
Movimiento Católico Español y Democracia Nacional, convocaron una capea el día
28 en la que, además de música y barbacoa, anunciaron "la quema de trapos
separatistas" junto a la foto de una estelada ardiendo.
El acto más conflictivo puede suceder, no
obstante, el próximo 12 de octubre, fecha para la que está anunciado un acto en
Barcelona para reclamar la españolidad de Catalunya que impregna las webs de
casi todos los partidos aludidos.
Primo de Rivera era partidario de "la
dialéctica de los puños y las pistolas". Esta bicha comienza a despertarse. E
irá a más.
Foro asociado a esta noticia:
Comentarios
Últimos comentarios de los lectores (2)
24099 | Cuquiña - 05/10/2013 @ 12:37:13 (GMT+1)
Leo su artículo y abomino igual que vd. de unos totalitarios que impiden la libertad de los demás, como los agresivos indeseables que actuaron en la librería Blanquerna. Pero entre vd. y yo hay una diferencia, yo abomino de todo acto violento, vds. los nacionalistas paridos por una ideología nazi como es la de Sabino Arana, han consentido la kale borroka y algo más en el país vasco, no han movido un dedo ni siquiera contra la hidra misma, Eta, y han tratado de justificar su asquerosa lucha diciendo que era por la libertad. Es vd. un maestro Ciruelo siempre dando lecciones éticas, cuando no tiene autoridad moral para hacerlo. Bastante le soportamos viviendo toda la vida a costa nuestra y despreciando a España cada vez que abre la boca.
24083 | Tojours au Contraire - 04/10/2013 @ 11:34:44 (GMT+1)
En efecto, señor Anasagasti. El nacionalismo vuelve a levantar su fea cabeza de hidra en Grecia, Noruega, Hungría, y otros sitios. ¿Y para cuándo una enmienda que suprima el nombre en calles, plazas y avenidas de Sabino Arana como instigador de una ideología tan sangrienta?
|
|