viernes 08 de noviembre de 2013, 14:11h
Envía el emperador de Roma
a un pobre gladiador etíope
a la arena con objeto de que se enfrentara con un feroz león de Abisinia. Para
sorpresa de todo el Coliseo e indignación del César, el gladiador le noquea de un solo
puñetazo. Manda el César revisar los
estatutos que rigen las lides de gladiadores de fieras, y decide que los
gladiadores no están
autorizados a usar sus puños
contra los felinos. Para eso tienen la red y el arpón. Pero al gladiador se le quitan las
armas y se le atan las muñecas.
Sin embargo para mayor sorpresa y mayor iracundia del emperador el gladiador
derriba un tigre de Bengala con una certera patada en el trasero de la fiera.
Colmada la paciencia del César,
éste ordena se le
entierre al gladiador de marras en el centro de la arena no dejándole más que su cabeza a ras
de tierra, mandando en seguida que le echen el más poderoso y temible de los leopardos.
Enceguecido por el sol, divisa el leopardo a nuestro enterrado gladiador y de
un salto inmenso y poderoso se lanza decidido a comerse su cabeza de un solo
bocado. Sin embargo, el gladiador utiliza el brinco del leopardo para hincarle
sus propios colmillos en las rotundas bolas de la fiera, que huye despavorida.
Desde la tribuna el César
no resiste su indignación,
se alza furibundo desde su trono y le grita desesperado: "¡Lucha limpio,
gladiador inmundo!".
Valga ésta historieta para
compararla con lo que nos está
ocurriendo. Leía
las recientes declaraciones de Arenas Bocanegra en las que aseguraba que
"el llamado Plan Ibarretxe resume el pacto PNV-ETA". Pérez Rubalcaba, del
Real Madrid y nuevo candidato socialista por Cantabria (ejemplo de conexión con la realidad),
nos dice que "el PSOE está
contra los separatistas como Ibarretxe y los separadores como Aznar". Por
su parte el comentarista Josep Ramoneda escribe que ya no se habla del problema
vasco sino del problema de España.
Es decir: todos desde Madrid nos repiten: "¡Lucha limpio, gladiador inmundo!".
Hasta el propio Iñaki
Gabilondo, en una destacada campaña
diaria en favor del PSOE, omitiendo otras voces, alaba, como todo el grupo
Prisa el Pacto gubernamental de Catalunya para que no perjudique la campaña del PSOE mientras a
todas horas anatematizan el "Plan para la Convivencia Vasca". Lo
silencian, lo desvirtúan
y eluden valorar algo tan curioso como lo siguiente: en éste momento el
Gobierno Vasco tiene sus presupuestos prorrogados por no haber admitido el
apoyo de Batasuna en diciembre dándose
la peculiaridad de que éste
partido rechazó
las cuentas vascas con apoyo del PP y del PSE. Imagínense ustedes como hubiera sido la cosa
si hubiera ocurrido al revés.
¿Y como se ha
respondido a esto desde el análisis
de los sesudos tertulianos de la Villa y Corte?. Con un denso y espeso
silencio.
¡Lucha
limpio, gladiador inmundo!
Fíjense ustedes en otros
detalles. En el llamado Plan Ibarretxe se habla de la reforma de la Justicia.
Miméticamente, en
Catalunya, nos copian el modelo. El PP le acusa al PSOE de tener un modelo
judicial similar al de Ibarretxe. A "El País" y a la "Ser" les parece extraordinario el modelo catalán y nefasto el modelo vasco y, el PSOE, lo propone
como novedad para todo el estado. Después de haber hecho el ridículo más espantoso con el llamado Pacto para la Justicia
entre el PP y el PSOE, con foto bajo los árboles y declaraciones de ese pingüino de la política apellidado López Aguilar, el mismo que nos excluyó a todas las demás fuerzas políticas de dicho Pacto en acto de evidente y antidemocrática exclusión, ahora faltando diez minutos para la convocatoria de las elecciones
generales, el PSOE se saca del bombín una reforma
light de la justicia en la línea de lo que
nosotros proponemos. Han pasado del aberrante Pacto para la Justicia con el que
el PSOE ha permitido durante cuatro años que Acebes y Michavila hayan hecho de su capa un sayo, y nos vienen
ahora de federalistas sensibles con el hecho autonómico. Pero nadie dice nada, mientras nos lanzan el anatema del César: ¡Juega limpio,
gladiador inmundo!
Sin embargo no se ponen colorados cuando Zapatero anuncia, como la gran
novedad en su programa, su defensa de la España plural pero se niegan a hablar con el nacionalismo democrático "hasta que no retiren un Plan Ibarretxe que
saca a Euzkadi de Europa". O como Aznar que muy enfático y engolado nos recuerda en la Pascua Militar que
queremos 17 ejércitos. No señor Aznar. Nosotros no queremos 17 ejércitos. Por no querer, no queremos ni uno, pero de haber alguno ese solo
tenía que ser el Europeo, uno solo, que usted ha puesto en
peligro con su servilismo hacia la política de los halcones del Pentágono. O el Rey.
Que en la Pascua Militar, no asumió la menor
responsabilidad por haber hecho dejación de sus responsabilidades constitucionales, impidiendo un debate
parlamentario y manteniendo en Irak, bajo mandato polaco, 1300 soldados
autoprotegiéndose solamente. Y el PSOE, callado.
Pero los socialistas empiezan a hacer cuentas. No les salen los números. Si el PP pierde la mayoría absoluta, ¿con quién pactar?. Se han pasado cuatros años haciendo del PNV un monstruo y poniendo como condición la retirada de la propuesta del Gobierno Vasco. No
pretenderán ahora que ese monstruo se ponga de rodillas ante
ellos.
¿O se acercarán a una CiU a la que han arrojado a las tinieblas?. ¿O tratarán de hacerlo con
Coalición Canaria que es más de derechas que Aznar?. No lo tienen fácil estos socialistas que hablan a todas horas de Maragall aunque haya que
recordarles que el PSC en todas las legislaturas, jamás ha votado en contra del PSOE y, ahora, envían al Congreso nada menos que a José Montilla que es una especie de Rodolfo Ares más ilustrado y con más peso, pero
igual de hidalgo español. Por tanto no
lo van a tener fácil estos socialistas por su errática política durante
cuatro años de sumisión absoluta al PP.
Y, finalmente. Están nerviosos por
el pacto nacionalista de "Nafarroa, Bai". Les quita un diputado. Ese
partido socialista de Nabarra que avala la política de Sanz de quitar la ikurriña de los ayuntamientos del Viejo Reino, va a ver como
la diputada Uxue Barcos va a hablar ahora en serio de Nabarra en el Congreso.
Se ha pasado del Frente Autonómico de 1977,
que hizo que Manuel de Irujo y Goio Monreal fueran senadores, al pacto de
"Nafarroa, Bai", que apuesta por una Nabarra en conexión con su historia más genuina. Zorionak!.
LA AGRESIÓN DEL PSOE
Fueron bochornosas las declaraciones de un Zapatero que el jueves se
vanaglorió de no haber hablado nunca con Xabier Arzalluz. Le
manchaba. Con nosotros, en Madrid, oficialmente, nunca. Un político acomplejado, preocupado por el marketing y por
esa imagen de buen español que puede ser
contaminado si comete, como Aznar, el nefando delito de hablar con el primer
partido de Euzkadi, un partido que está en el Congreso de los Diputados desde 1918. Todo un demócrata.
Por eso cada vez estoy más persuadido que a Madrid hay que ir a defender
ideas, y denunciar todas estas inconsistencias democráticas y sobre todo no dejarles pasar ni una y, como el gladiador enterrado
en la arena, morder todo lo que se pueda para que capten que aquí hay una opción insobornable ante su delirante forma de hacer política. ¿Vanagloriarse de
no haber hablado nunca con Arzalluz y con el PNV? Este pobre hombre se lo
pierde, pero esta ofensa no está dirigida a una
persona. Está dirigida a un partido de 108 años. Y tiene que constar a futuro, y tener algún tipo de consecuencia. Cuando algún día toque la
puerta, que lo hará, había que
restregarle estas declaraciones porque esto no puede quedar así.
SABINO
Joseba Aguirreazkuenaga ha escrito en ARGIA un documentado y muy interesante
artículo sobre Nikolasa Atxikallende la esposa de Sabino
Arana que desmiente muchos de los infundios lanzados sobre la personalidad de
esta mujer oscurecida por las insidias y las deformaciones. Quizás algo de esto sea debido a los seguidores de Arana que
crearon alrededor de él un aura falsa
para mantener un discurso Victoriano, integrista y bastante clasista. Quiere
esto decir que hay mucho que investigar para poner al día a Sabino Arana y a su obra y no solo en su contexto,
sino en su discurso social y en sus apuestas de futuro.
Frente a esto hay todo un equipo de picapedreros que se dedican a denigrar
sobre la figura del fundador del PNV fallecido hacia cien años como si hubiera sido uno de esos guardianes de
Auswitch de los que metían judíos en el horno crematorio mientras le niegan cualquier
tipo de virtud personal y ciudadana.
Y es curioso que la gente que le conoció y le adversó políticamente como fueron Indalecio Prieto y Miguel de
Unamuno coinciden en la alabanza hacia la entrega vocacional de Sabino en la
creación de un partido político que rompiera con el pasado, conectara con los aires que venían de Europa y aunara un sentimiento y un enunciado
disperso para darle consistencia organizativa y con ella darle una columna
vertebral al país.
Hay un programa en TV-2 dirigido por Fernando Sánchez Dragó, "Negro sobre Blanco" que los domingos por
la noche en hora avanzada se ocupa de hablar de libros y escritores. Con motivo
del centenario del fallecimiento de Arana, quisieron contraponer un libro de Elías
Amezaga con el libro antisabiniano de Iñaki Ezkerra. Al final hicieron dos programas dedicados a este asunto para éste mes de enero en el que por mil rebotes aparecí debatiendo una hora con Jaime Mayor Oreja sobre el
fundador del PNV. El abuelo del dirigente del PP, médico de Ibarrangelua, al parecer le conoció a Sabino y mis aitxitxes me contaron como los dos no solo le habían conocido sino habían acudido al funeral de aquel hombre fallecido a la prematura edad de 38 años.
El caso es que Ezkerra está en lógica promoción de su libro que trata de alimentar la visión de un Sabino cazurro, medio idiota, racista, ingenuo y sobre todo simple.
El, desde su sapiencia, no puede tolerar que un personaje con semejantes
limitaciones haya dejado de herencia una organización a la que no hay manera de sacarle de circulación 108 años después de que aquel
"insolvente" la fundara. Con eso ya deberían estar contestadas parte de las acusaciones que vertía en su artículo publicado
el pasado día 5 en estas páginas. Pero es más. Me niego a
entrar al trapo de hablar sobre el supuesto racismo de Arana si previamente no
se hace un estudio comparativo sobre el discurso del poder de la época y, sobre todo, si las demasías que, sacadas de contexto, se vierten sobre Sabino
no eran más que respuestas a quienes despreciaban a "un
pueblo que se iba", "un dialecto hablado solo por aldeanos",
"una raza enferma" y un pueblo con el que mejor era se fundiera en
una pujante españolidad. Y es que si no se hace este estudio es inútil comentar estas cosas con los criterios del año 2004 y con el paso por la historia del nazismo y sus
campos de exterminio, cuarenta años después de la muerte del fundador del PNV, que le hubiera
obligado a éste a utilizar un lenguaje más preciso y no tan de brochazo de sal gruesa para defender a una sociedad
que perdía su genio civil, su lengua y su identidad. Y la
prueba es que dejó un partido democrático, respetuoso con el ser humano y no una partida del Ku-kux-klan. Ahí está la prueba del
algodón del racismo de Sabino Arana.
Cuando salía de la Casa de
Juntas de Gernika tras grabar el programa con Mayor Oreja, pasé delante de Iñaki Ezkerra que me negó el saludo al que sustituyó por una sonrisa sardónica. Y es que él está en lo que está, a pesar de llevar el bonito y sabiniano nombre de Iñaki que como una cruz le dice todos los días que, por lo menos Sabino, todo lo que hizo no fue
tan deplorable.