No ha pasado desapercibido en el agitado mar interno del Partido Popular el hecho de que el presidente de la Xunta de Galicia,
Alberto Núñez Feijóo, haya sido recibido, casi por sorpresa -no estaba previsto en la agenda del viaje oficial a La Habana-por el presidente cubano,
Raúl Castro. En la isla viven cuarenta mil gallegos y cientos de miles de descendientes de gallegos. Las notas oficiosas dicen que el presidente de la Xunta animó a su interlocutor a iniciar en Cuba una senda similar a la transición española, y añaden que la entrevista fue cordial.
Otro punto a anotar en el haber de
Núñez Feijóo, en momentos en los que, como casi siempre, se analizan biografías de cara a posibles sucesiones en el liderazgo conservador español.