Mis mejores deseos

El cambio de año provoca en todos nosotros el deseo, tantas veces justificado, de querer lo mejor para nuestro porvenir, para el de nuestra familia y para todos aquellos que forman parte de nuestro entorno, de nuestra región, de nuestro país.A mí me gustaría desearles que cuando enciendan el televisor puedan ver a unos dirigentes que se ocupan de lo que verdaderamente importa. Que la búsqueda de soluciones al desempleo y a la pobreza, son prioridades en parlamentarios y gobiernos. Mis mejores deseos para que en nuestra historia acabe el aldeanismo -expresión de Baroja y de Unamuno-, tan español como reaccionario. Cuando no es el cantón de Cartagena son las pretensiones de un iluminado como Artur Mas.

Creería que mis deseos más profundos se han cumplido si viera que los innovadores y los emprendedores no se tienen que marchar de un país que había invertido en ellos y que ahora se sienten carentes de futuro en nuestro suelo. Por eso les deseo una nación que gaste el dinero público y privado en la ciencia y la innovación, en los descubrimientos y en la imaginación puesta al servicio de la mejora de todos nosotros y de nuestro bienestar, de nuestra salud y de nuestra prosperidad. Cruzo los dedos para que mis deseos se cumplan y, por fin, los conservadores españoles dejen  de llamarse (falsamente) liberales. Para que entiendan que lo público sirve para multiplicar el bienestar de lo colectivo, pero también para sumar a una iniciativa privada necesitada de bienes y servicios también públicos.

Mis deseos para que nos convirtamos en un país culto. Una nación que lee su propia historia y que trata de no repetirla. Vivimos en una España donde se escribe más que se lee (y así nos va). Un país donde tras cada ciudadano hay un escritor en vez de un lector pausado.Mis deseos para que la oposición se convierta en alternativa. No lo digo sólo como querencia personal, sino también porque es una de las mejores fórmulas para que el Consejo de Ministros espabile, haga músculo, trate de hacer las cosas bien. A usted, sinceramente, le deseo prosperidad, que no le asuste su cuenta corriente, que asegure su empleo, o que lo encuentre. Que sus hijos tengan un futuro mejor y un porvenir mucho más feliz que el que hemos vivido estos últimos años. 

@AntonioMiguelC