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La cintura del planeta

La cintura del planeta

Por Gabriel Elorriaga F.
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elorriagafernandezhotmailcom/18/18/26
lunes 13 de enero de 2014, 11:09h
            Se ha puesto de actualidad el papel de una empresa española líder de un consorcio que realiza las obras de ampliación del Canal de Panamá. Los problemas sobrevenidos en un megaproyecto de tal envergadura son algo previsible por su complejidad y la presencia mediadora de la ministra española de Fomento, Ana Pastor, fue un gesto natural en algo que, por mucho que se empeñe una visión puramente administrativista, no es solo un asunto entre contratista y cliente sino un asunto de dimensiones históricas. No solo porque su resultado será facilitar el 15% del tráfico comercial marítimo del mundo sino porque ello significa el sueño español de estrechar la cintura del planeta.
            
            Ya desde que Vasco Núñez de Balboa descubrió el Océano Pacífico hace quinientos años, los españoles soñaron con una vía navegable, fuese natural o artificial, que permitiese comunicar los dos océanos y transformar la economía del planeta. Una vía que evitase contornear el largo continente y facilitar el comercio con Asia. Este fue el origen de la expedición que la Corona encargó al navegante portugués, caballero de la Orden española de Santiago, Fernando de Magallanes cuyas desventuras popularizaría el gran biógrafo Stefan Zweig en su libro "Magallanes, el hombre y su gesta", donde relataría aquella dramática aventura en que destacarían los dos juanes, Juan Sebastián Elcano y Juan Elorriaga como maestres de barcos con los nombres de "San Antonio", "Trinidad", "Victoria", "Concepción" y "Santiago" que costearían el continente americano sin encontrar el paso deseado, hasta llegar a la punta del Cono Sur y cruzar el temeroso y desde entonces nominado Estrecho de Magallanes. En aquella especie de viaje de "irás y no volverás", cayó el primero el maestre Juan Elorriaga, apuñalado por su lealtad a Magallanes por otro notable llamado Gaspar Quesada y sería sustituido en sus funciones de maestre por Juan Sebastián Elcano. Quesada sería condenado a muerte por Magallanes y decapitado a sable en vez de agarrotado, por su privilegio de noble español. Otro que tampoco regresaría a casa. El paso por el sur era tan difícil y distante que Magallanes preferiría retornar cruzando el Pacífico pero moriría en Filipinas luchando contra los indígenas. Tampoco Magallanes volvería a casa. Solo Elcano con la nave "Victoria" regresaría a España con la gloria de ser el primer circumnavegante del mundo, y como testigo de que la cintura de la tierra era demasiado ancha para establecer una navegación regular y económica. Era evidente que la idea de un paso artificial tendría que emprenderse algún día.
 
            Fue en el siglo XVIX cuando el ingeniero Fernando de Lesseps proyectaría abrir paso cortando las tierras para hacer más estrecha la cintura del globo. Empezó por Suez para unir el Mediterráneo y el Mar Rojo y evitar costear todo el continente africano. Pero su imaginación estaba contagiada por los sueños españoles de abrir paso por poniente. Sus estancias diplomáticas como ministro plenipotenciario de Francia en Madrid y como Cónsul en Barcelona debieron de influir en su propósito de abrir un canal en Panamá para lo que constituyó la Compañía del Canal de Panamá, una entidad precursora del consorcio que ahora lidera SACYR. Después de trece años su proyecto quebró, se dijo que por un erróneo cálculo de la diferencia de nivel entre el Atlántico y el Pacífico. El caso es que Lesseps terminó su vida amargado por los requerimientos contra él de los accionistas de la Compañía que, al principio, le seguían con entusiasmo. Lo devoró el embrollo de los sobrecostes, como es deseable que no le suceda a SACYR. Hoy nos encontramos con los emprendedores españoles comprometidos y embarullados con un megaproyecto de trascendencia mundial que no solo interesa a una empresa concreta sino a la proyección exterior de España y a la economía del mundo atlántico. Es lógico que el gobierno de España se interese en los conflictos y dificultades que surjan en esta obra que triplicará la capacidad del actual y congestionado sistema de esclusas. No tiene nada de extraño que hayan surgido diferentes condiciones geológicas en los movimientos de material de tan grandes dimensiones y que hayan sobrevenido sobrecostes. La opinión pública española debe saber que las desviaciones e imprevistos sobre la licitación inicial son frecuentes en estas grandes obras y en las más importantes empresas de cualquier nacionalidad y resultan especialmente problemáticas en consorcios internacionales como este en que hay inversiones españolas, italianas y panameñas. Un empeño de tanta magnitud no es, quizá, tan costoso y arriesgado en barcos y sangre como fue la expedición de Magallanes ni son de esperar quiebras financieras como la del proyecto inicial de Lesseps. Pero el progreso de la humanidad consiste en superar dificultades. Igual que Elcano consiguió rodear la ancha cintura del planeta y Lesseps consiguió ceñir la sisa del Mediterráneo, hoy debemos celebrar que un consorcio liderado por emprendedores españoles trabaje para hacer más holgado el cinturón de agua que une los océanos. En esa obra no cuentan solo los intereses de empresa sino que su conclusión correcta será un éxito de la ingeniería, de la diplomacia y del crédito internacional de España. Todas las mediaciones para que la obra llegue a buen puerto, sin retraso o con retraso, están justificadas.
 

Gabriel Elorriaga F.

Ex diputado y ex senador

Gabriel Elorriaga F. fue diputado y senador español por el Partido Popular. Fue director del gabinete de Manuel Fraga cuando éste era ministro de Información y Turismo. También participó en la fundación del partido Reforma Democrática. También ha escrito varios libros, tales como 'Así habló Don Quijote', 'Sed de Dios', 'Diktapenuria', 'La vocación política', 'Fraga y el eje de la transición' o 'Canalejas o el liberalismo social'.

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