domingo 02 de febrero de 2014, 13:02h
La convención
del PP se ha cerrado con un discurso triunfalista de Mariano
Rajoy,
aprovechando los avances reales que su Gobierno ha logrado en las
cifras macroeconómicas, tratando de recuperar el pulso perdido, de
cerrar las heridas con las víctimas del terrorismo y claramente
preelectoral porque las elecciones europeas preocupan mucho en el
Partido Popular. Pero del principal problema que tiene España, el
desempleo, se habló poco. No se puede hablar de recuperación si no
se hace una política coherente para sacar del desempleo a seis
millones de españoles. España va mejor, porque estuvimos al borde
de la quiebra, pero no irá bien hasta que alguien ponga sobre la
mesa un Plan de Empleo a medio y largo plazo para sacar de la
desesperanza a millones de jóvenes condenados a no trabajar nunca y
a millones de mayores de 45 o 50 años a los que hemos echado del
mercado laboral para siempre. Y esa es una situación terriblemente
peligrosa.
No hay menos
desempleados hoy que hace dos años. Hay menos población activa y
menos cotizantes a la Seguridad Social. Y también hay muchos más
ricos que nunca han sentido ni una pequeña ración de la crisis. Y
un fraude fiscal y social que es posiblemente el más elevado de
Europa. Y empresas con altos beneficios que cierran plantas y mandan
al desempleo a trabajadores que son productivos. Y mayores beneficios
de la Banca, a la que hoy le sobra liquidez. Y sindicatos, mantenidos
con dinero público, que ¡ganan! casi dos millones de euros en uno
de los peores años de la crisis. Y empresas que deben 2.176 millones
de euros a la Seguridad Social. Y comunidades autónomas como
Andalucía que dieron sin control alguno el 89 por ciento de las
ayudas para formación, otra bolsa de fraude. Y una deuda pública
que supera nuestro PIB y que no podremos pagar nunca si no nos hacen
una quita de parte de la misma. Y una falta de transparencia y una
corrupción a las que todavía no se ha puesto coto. Pero, insisto,
lo peor de todo es el intolerable nivel de desempleo que padecen
tantas familias. Mientras eso no mejore, no podremos hablar de la
salida de la crisis.
Europa insta a
España a una profundización de la reforma laboral. Pero mientras el
primer ministro británico, David
Cameron,
aprovechaba la cumbre de Davos para hacer un discurso sobre cómo
crear empleo decente y bien pagado para los ciudadanos, Rajoy -que
estuvo ausente y fui sustituido por el ministro de Industria- no
aprovechó la cita de Valladolid para proponer un gran Pacto por el
Empleo. Nitin
Nohria,
decano de la Harvard Business School, dice que los subsidios de paro
o contra la pobreza son imprescindibles, como lo es el Estado del
Bienestar, pero también dice que "es inmoral pagar a alguien por
no trabajar". Es decir que hay que incentivar la búsqueda de
empleo. También inmoral no dedicar todos los esfuerzos a poner las
condiciones para que se pueda crear empleo digno para los ciudadanos.
Ese es el gran reto del Gobierno y de la oposición.