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Un lugar en la historia de España

Un lugar en la historia de España

miércoles 26 de marzo de 2014, 19:21h
Nunca estuve tan de acuerdo con alguien con el que no estuve de acuerdo. El tiempo, ese dios implacable, deja a algunos tirados en la cuneta de la historia y a otros, como el caso de Adolfo Suárez, los convierte en páginas evocadoras de nuestro pasado.

Porque Adolfo Suárez era, además de un político de raza, un lugar en la historia de España. Con un pie en el antiguo régimen y otro en el futuro, sólo uno podía pilotar una nave en la que queríamos estar (casi) todos los españoles.

Hace años leí "Historia de una ambición", la primera biografía de Adolfo Suárez. Aquel político de Ávila que supo lidiar con un régimen que le llevó, a través de la mano de Fernando Herrero Tejedor, hasta la Secretaría General del Movimiento.

El mayor acierto quizás fuera el de Torcuato Fernández Miranda cuando le propuso al rey, dice el texto, para ser Presidente del Gobierno de España. Alguien con un pie en el Movimiento y el otro... en el mañana.

Porque el mañana no está escrito, decía el poeta Antonio Machado, a quién sin decirlo Suárez citó en la propuesta de Reforma Política de noviembre de 1976 que se hizo ley en enero del siguiente año.

Aquel 1977 nos trajo un país que, tras los sucesos de enero se convocaron las primeras elecciones el 15 de junio de 1977 y se firmaron dos acuerdos, los Pactos de la Moncloa, en octubre del año en curso.

Un grupo de hombres y mujeres supieron llevar a nuestro país adonde nuestra nación quiso ir. Nadie se acuerda, y me parece lamentable, el papel revelador del Cardenal Tarancón y de tantos otros que estuvieron a la altura de los tiempos.

Nunca he estado más de acuerdo con alguien con el que no estaba de acuerdo. Y ahí, quizás ahí, es donde resida su grandeza. Un hombre de acción, traicionado por una parte del Ejército, por los empresarios vividores del anterior régimen y por los suyos propios.

Por eso, Adolfo Suárez, además de un hombre tan honrado como hábil, es, sobre todo, un lugar en la historia de España. Decir su nombre es evocar unos momentos que nos trasladan a lo más lúcido de nuestro túnel del tiempo.

Así que, definitivamente, con respecto a Adolfo Suárez, nunca estuve tan de acuerdo con alguien con el que no estaba de acuerdo. 

@AntonioMiguelC
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