www.diariocritico.com
San Isidro 2014, solo inercia y taquilla

San Isidro 2014, solo inercia y taquilla

Taurodelta ha recibido la conformidad del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid a los carteles que componen la próxima Feria de San Isidro (9 de mayo a 8 de junio) que, por primera vez en sus 68 años de historia, ofrecerá 31 espectáculos de forma consecutiva, 29 de ellos de abono. Así presentó la empresa de la plaza de toros de Madrid la Feria de San Isidro 2014. Todo dicho en estas cuatro líneas y en otras tantas y más que se pueden leer entre ellas.
Y se sigue tensando la cuerda en vez de aflojar.Las cajas registradoras suman y siguen, uniendo Feria de San Isidro y lo que fue la del Aniversario, rebautizada como Feria del Arte. Como novedad, este año se pueden elegir festejos, con "peros", claro. Es obligado coger las tres novilladas (el abonado lo pensaba hacer de todas formas porque no ve novilladas en Las ventas en todo el año, ¿verdad?). De los cuatro festejos de rejones hay que pagar dos obligatoriamente (sabido es que Madrid "es espectador", por antonomasia, del rejoneo) y de las 22 corridas de toros hay que coger 18. Prensa y Beneficencia -esta última es una de las tres corridas rematadas- quedan fuera de dicha opción.Gran opción de elección, no se ha sabido qué hacer. Pues eso... Y hay que pagar-pagar, no se admiten pagarés ni papelitos de reconocimiento de deuda, en las taquillas, digo... Sí..., sonrisas, sonrisas. Se han llenado 31 carteles. Esa es la palabra, llenar; y rellenar. 

De ahí que muchos matadores que apenas torean se vean anunciados en la ya mal denominada primera feria del mundo, con el respeto para todos: figuras, toreros que interesan al abonado de Madrid, toreros que no interesan y toreros que apenas torean. Claro que... por eso precisamente están anunciados, las cuentas tienen que salir: la taquilla de la plaza no puede pagar el cartel de algunas tardes -los ganaderos también tienen que cobrar, señores matadores-, así que con el dinero de muchas tardes se pagan otras, y con cuatro o cinco carteles no solo se vende el pescado de 31 tardes, sino que el abonado paga a la empresa la temporada entera de la Monumental de Madrid. Pura inercia, y así, en dos o tres años, 41 tardes, hasta llegar a las 50 para que puedan torear los aficionados prácticos.Y el caso es que se hicieron públicos los carteles definitivos y oh..., gran jubileo "tuitero" y de community manager más que de escritura y análisis taurómaco. 

Pero, al "cerrar sesiones" en las redes sociales y regresar de nuevo al mundo real, llegó la reflexión y el razonamiento. Sobre un papel que, en general, en lectura resulta infumable, salvo tres corridas rematadas o "claveleadas" -a gusto de cada cual- y otras tres o cuatro que casi, casi, remata el abonado (no coincide con aficionado) venteño (no coincide con ninguna otra plaza), se anuncia lo que se anuncia. ¿Es del gusto del abonado que es el que sostiene todo esto? No. Quizá no haya quedado claro en esas reuniones de empresa y asociaciones y demás grupúsculos de abonados para conocer "inquietudes". ¿Inquietudes? ¿Abono o abonos? ¿Carteles? ¿Premios? Aquí lo dejamos...

Estudiar qué entradas elegir

Acaba de anunciar Taurodelta más de mil reservas de nuevos abonos con la campaña de captación. Pero queda por ver los abonos nuevos que han conseguido sacar aquellos que ya tenían alguno, buscando abaratar su localidad, para lógicamente dejar el antiguo, más todos aquellos que no se renovarán. Haciendo caso omiso al PENTAURO -recién firmado- el precio de las entradas no ha bajado, ha subido, poco, pero de nuevo ha subido. La cuerda se puede romper este año.Y qué paradoja que hay que hablar de este verbo y en esta plaza: "colocar". He ahí la cuestión: cómo colocar el abono. Taurodelta, haciendo un gran esfuerzo telefónico y comercial por colocar abonos a todas las empresas de Madrid. Muchas, por fin, han conseguido uno. Qué interesante sería saber si en algún o algunos casos son de estas que luego dicen que no quieren publicitarse, por ejemplo en el programa de mano de la plaza, porque lo taurino no es políticamente correcto y daña su imagen. 

Y muchos abonados estudiando qué entradas coger; todo un tratado a escuchar en tertulias y conversaciones. Hacen llamadas a familiares y amigos, antes de rellenar la papeleta electoral que se les ha entregado este año, para saber cuáles se podrían "colocar" mejor, cuáles son susceptibles de posible devolución... Increíble y sorprendente. Y al final, muchas tardes, esos abonados regalarán sus entradas. Qué alegría para la primera plaza y la primera feria taurina del mundo colgar el cartel de "no hay billetes" con ese gran público "de gratis", ese que cuenta hasta en la panadería que por la tarde va a los toros. Y va, va... Y entra en la plaza en chanclas, con bermudas y con esas camisetas que no dejan claro si son las que han llevado bajo la camisa. No desean aprender, conocer, no les interesa; solo piden música y aplauden hasta el vuelo de las golondrinas. 


Hay que verles sacar al torero a hombros, arrancándole hasta el fajín y, con él en la mano o con jirones de no se sabe qué, recorrer a gritos la explanada de la plaza como los apaches.Y el aficionado-abonado observa a los nuevos ricos, a los nuevos abonados, y entra en la plaza mirando su entrada sin levantar la cabeza. Y sale de la plaza como entró y por cualquier sitio menos por la Puerta de Arrastre, y forma pequeños grupos, apartados, selectos, y, tras diez o veinte minutos, se marcha a casa.  No desea enseñar ni compartir, no merece la pena. Y, además, todo está hablado desde  hace años.San Isidro, este, el de gestos y gestas (dícese del acto de los que más torean que de vez en cuando cambian de ganaderías, sin menosprecio de ninguna, sino demostrando así el poder total sobre todos los encastes, lo que le convertirá precisamente en figura). 

Es decir. Miguel Ángel Perera anunciado con "Adolfos". Ese es uno de los tres puntos de interés de la Feria para el abonado, ver si puede o no puede. Con dos toros, sí, eso está bien, por si acaso, que ya se anunció otro "g" con seis primos hermanos y pasó lo que pasó, nada. Un novillero, Posada de Maravillas, hará que ese día ningún abonado regale su entrada. Y también quieren ver la vuelta de Miura a Madrid, algunos; división de opiniones. He ahí la Feria, un derroche de imaginación en los carteles y, todo sea dicho, un derroche de predisposición torera, que aquí ya nos conocemos todos.