El truco de Montoro

Es como si te hubiesen quitado cinco euros en 2012 y te prometieran que te van a devolver tres en 2015 a cambio de que les votes. Con la participación de algunos voceros mediáticos en favor de la gran mentira conservadora.

Montoro subió los impuestos de forma drástica, tanto los directos (IRPF) como los indirectos (IVA), a principios de legislatura. En ese sentido, ahora nos anuncia una bajada de los directos (IRPF), que no compensa la subida anterior de los directos, y, ni mucho menos el grave daño sufrido por el incremento de los indirectos.

El resultado de lo que va de legislatura es que Montoro ha subido los impuestos y los ha bajado un poco (sólo los directos) por razones electorales. No existe otro motivo ante una chapuza sin precedentes.

¿En cuánto benefician a los que menos tienen? Pues miren, en nada. Los que menos tienen son 11,5 millones de trabajadores y pensionistas que no declaran IRPF y que no son beneficiados... en nada. Al contrario, pagarán más IVA que a principios de legislatura.

¿Dónde reside el truco a los que pagamos el IRPF? Pues bien, Cristobal Montoro, mientras reduce los tipos, hace trampas en la base imponible. Lo que nos reduce en los tipos en parte nos lo sube en la base imponible.

En primer lugar tributan las indemnizaciones por despido, lo cual, además de llamativo, resulta obsceno. En segundo lugar se produce otro pellizco en la base: la disminución en la reducción por rendimientos del trabajo (en ese sentido se modifica el artículo 20 y la reducción por este tipo de rendimientos se fija en 3.700 euros, siendo antes de 4.080 hata 9.180).

En tercer lugar, la reducción de los contribuyentes, antes asignada en 2.652 euros, pasa a tan solo 2.000 euros. Amén de, en cuarto lugar, disminuir la deducción por adquisición de viviendas que afectará a una buena parte de la población.

En quinto lugar y sin ánimo de ser exhaustivo, suprime la deducción al ahorro popular, es decir, a la obtención de dividendos hasta mil quinientos euros. En definitiva, Montoro promete bajar los tipos mientras aumenta la base imponible.

Lo que en realidad es esta reforma es una nueva transferencia de renta de los que menos tienen a los que más tienen. Porque, mientras nos tributan las indemnizaciones por despido, disminuye la reducción por trabajo, reduce la deducción por vivienda o el del ahorro popular, a cambio, benéfica a los que más tienen.

¿Cómo? Reduciendo el tipo en el Impuesto de Sociedades, llevando las plusvalías especulativas de menos de un año a un tipo del 24% (antes un 52%) o, como contaremos en el futuro, estableciendo las bases para hacerle un inmenso regalo a la banca.

Impulsa Montoro, si bien por cumplimiento de una sentencia, la subida del IVA a determinados productos sanitarios tales como las prótesis o las radiografías. Sin embargo, en vez de compensarlo en la reforma hace caso omiso a este grave daño sobre las rentas de los españoles.  


@AntonioMiguelC