Visita a Artur Mas en la Generalitat

El pasado miércoles 2 de julio los cinco senadores del Grupo Vasco viajamos a Barcelona invitados por el portavoz del Grupo Catalán de ClU, Josep LLuis Cleries con el fin de tener un día de encuentros institucionales.

Del aeropuerto fuimos directamente a la Ciutadella donde se encuentra el Parlamento catalán puesto allí en 1932 cuando Catalunya tuvo su primer estatuto de autonomía y Lluis Companys fue su presidente. Allí estuvimos con la presidenta, Nuria de Gispert y el vicepresidente Luis Corominas. Fue un encuentro amable donde recordé mi primera visita cuando aquel palacio era un museo y el hemiciclo estaba tapiado. Y recordé a los presidentes que había conocido, Heribert Barrera, Miquel Coll i Alentorn, Joaquín Xicoy, Concepció Ferrer, Joan Raventós y Benach. Siempre el PNV ha visitado el parlamento, sólido edificio convertido en Palacio Real pero nunca usado quizás por haber sido lugar donde funcionó la represión tras la ocupación de Felipe V en 1714 a Catalunya. Jokin Bildarratz le regaló a la presidenta una argizaiola.

Tras enseñarnos la casa y saludar a Miquel Iceta que ese día era proclamado secretario general del PSC fuimos al Palau de la Generalitat donde nos atendió el conseller Camps quien tras enseñar distintas dependencias, salones, patio de los Naranjos y sala de sesión del gobierno nos ofreció un almuerzo, una frugal colación. Durante dos horas hablamos de la situación vasca y catalana, preguntamos y nos preguntaron y en el café vino Artur Mas con quien departimos una hora y nos habló de cómo están viviendo la cerrazón política del gobierno central. La fecha desencadenante de todo este proceso la fijan en la sentencia del Tribunal Constitucional cuando según Alfonso Guerra este Tribunal "cepilló'' el Estatut. A Homs le obsequiamos con el libro de Aguirre "De Guernica a Nueva York pasando por Berlín" que le interesó y al presidente una argizaiola y yo mi libro "Jarrones Chinos".

Antes de ir al aeropuerto fuimos al Born un barrio que fue demolido tras la derrota de 1714. Tras el asedio se les obligó a demoler sus casas y a enterrarlas, unas mil, el 5% de aquella Barcelona. Se pretendía dejar un espacio entre la ciudad y la Ciudadela militar construida por los felipistas entre 1716 y 1725 para prevenir emboscadas y cañonear Barcelona llegado el caso. Y es que desde el 25 de julio de 1713 hasta el martes 11 de septiembre de 1714, fueron 414 días de asedio, terribles. Barcelona tenía 40.000 habitantes y fue sitiada por 40.000 soldados franceses y españoles. Cayeron tantas bombas sobre las casas que ni una quedó incólume. Y este año la Diada va a tener una gran significación. La consulta y los trescientos años redondos de aquella gesta. La pera.

A las ocho cogíamos el viaje de vuelta contentos por una intensa jornada de trabajo donde en todo momento estuvimos acompañados por Josep Lluis Cleries y los senadores de CiU, Montse Candini, alcaldesa de Calella, Manel Planas, secretario de la Mesa del Senado, Josep Maldonado, Ferran Bel, alcalde de Tortosa, Maite Rivero, María Riera, Ramón Alturo, Joan Bagué.