domingo 27 de julio de 2014, 13:13h
Lo único que realmente
gana un hombre en la vida es su prestigio; la reputación, la vida de la fama, la
imagen que de nosotros guardan los demás. A ojos de miles de ciudadanos Jordi
Pujol encarna(ba) al político con vocación de servicio público y, en la
medida de sus competencias, un hombre de estado.
Inventor del Avui aixó
no toca que tanta fortuna sigue haciendo entre nuestros próceres; el primero que
convenció a muchos de que los ataques contra él eran ataques a Cataluña, va y confiesa
pro parte que ha sido un delincuente durante sus presidencias.
En un comunicado
extraño, aparentemente pueril, de escaso impacto jurídico sobre las causas
contra sus hijos y en un momento que desgasta las posiciones políticas, motor
de su vida, al debilitar a Mas a pocos días del gran encuentro, Jordi
Pujol i Solís se inmola públicamente.
El comunicado dice que
en 30 años no ha encontrado el momento adecuado para regularizar una herencia
millonaria. Tres oportunidades de oro en sendas amnistías fiscales tiradas a la
basura: más que incapacidad para agendar algo tan gordo lo que se aprecia es
una voluntad clara de perpetuar la ocultación.
Lo único que se me
alcanza es que muchos asesores, abogados, financieros, consiglieri di familglia
han llegado a la conclusión de que este comunicado y en este momento era mejor
que "la" otra opción. Vamos que eligieron "susto".
¿Por qué no ha podido
esperar, no digo al ferragosto pero por lo menos al día primero, san Alfonso
María de Ligorio? Debe ser terrible la que se les viene encima a los
Pujolone para que el patriarca haya sacrificado su propia vida y los logros que
obtuviera.
Éstas que fueron pompa
y alegría,
despertando al albor
de la mañana,
a la tarde serán
lástima vana,
durmiendo en brazos de
la noche fría. (Calderón)
Tenemos un problema
sistémico de corrupción. Yo conocí una España en la que se devolvían las
carteras que se encontraban, en la que los portales de las casas permanecían abiertos
de noche y en la que los niños eran obligados a devolver hasta un botón si no
era suyo.
Ya no somos así. La
corrupción empezó arriba, Escopeta nacional, cuando Pujol abuelo ya fue
perseguido por la poli franquista justamente por defraudar. Ahora, cuando los
desfalcos de Sofico o Matesa son solo travesuras comparadas con la actividad en
red de los políticos, se llamen Pujol, sean del PP, trabajen en pro de los
derechos de los trabajadores andaluces; sean vascos, gallegos o castellano
manchegos, todos están untados de mugre, todos han sido fieles seguidores y adelantados
aprendices de aquel Pablo Garnica que puso sus conocimientos financieros
al servicio de El Ranchero, apodo de Franco, y su manejo del predio
patrio.
La limpia que hay que
hacer es de tal calibre que vamos a tener que pagar justos y pecadores: la
limpia que necesitamos hay que empezarla por la edad (+ 45 años y político o
financiero o constructor = supuesto corrupto) y seguir por los apellidos de la
casta y la castuza, que es la nueva subfamilia de los chorizos españoles.
Nuestro problema de
corrupción no es solo los Fabra, Bárcenas, Pujol, Urdangarín,
Mata, Sonia Castedo y expresidentes con el riñón electrificado o
gasificado; nuestro problema es una gran epidemia de corrupción que va desde
los que meriendan en el Carrefour mientras hacen la compra hasta los que se
llevan la pasta en bolsas de basura a las Caimán, los que miran para otro lado
mientras Jaguars, yates y viajes full equipe se amontonan a su alrededor. Dicen
que no todos son iguales: no estoy de acuerdo; basta mirar para otro lado para
ser igualmente corrupto porque es suficiente con que los hombres buenos miren
para otro lado para que triunfe el mal.
Hoy he visto a la desfachatada
Sánchez Camacho hablar de decencia política, de expolio al estado, de
estafa durante 34 años a España y a Cataluña y no sé cuántas cosas más, ella
que por cada punto de sutura plástica tiene una cicatriz negra en su negra
alma, Doriana Gray de la rinoplastia.
Pecunia non olet, dijo Vespasiano,
pero deja un rastro indeleble. Y ojo al asunto Gao Ping: ahí están todos
los apellidos famosos de España. Y va a estallar.